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domingo, 15 de julio de 2012

EL CONTROL DE LOS SENTIMIENTOS Y EL PENSAMIENTO POSITIVO CLAVE PARA MEJORAR NUESTRA AUTOCONFIANZA. Y NO SOLO ESO...



Vengo a insistir en esta reflexión sobre el grave problema que está ocurriendo en nuestra sociedad donde hemos negativizado una situación económica y social, ya de por sí grave y que afecta al ánimo y autoconfianza de los individuos, la cual sólo puede reforzarse desde el positivismo.

El otro día tuve una interesantísima conversación con un compañero y amigo sobre la importancia de tener interiorizado tus pautas de comportamiento y no dejar que acontecimientos que ocurren diariamente, bien en tu entorno directo o en un más amplio espectro, nos afecte hasta tal punto que cambie nuestra actuación. Un ejemplo concreto de este asunto es cuando alguien se altera en una reunión por lo que otro dice o hace. Llega un punto que esa reacción te hace sentirte mal, porque en esa ocasión te han ganado porque han logrado desestabilizarte. No has controlado tus reacciones. Nuestros sentimientos han sido dominados por los demás y por el entorno.

Es un tema muy interesante el control de los sentimientos y del cual hay mucha y muy interesante lectura. Controlar los sentimientos es tanto como controlar las reacciones que nos producen los diferentes hechos que ocurren en nuestra vida. Cuando ocurre un estímulo los humanos lo procesamos en nuestro cerebro y hacemos una interpretación de él, realizado ese proceso nos produce una reacción.

Recomiendo el libro El alma está en el cerebro” de Eduard Punset, en el cual se explica, entre otras muchas cosas, que en realidad no somos animales racionales, en tanto en cuanto es el hipotálamo, al igual que en el resto de animales, el que primero recibe los estímulos externos, para posteriormente pasar la información al neocortex. Como humanos tenemos que aprender a reaccionar utilizando el neocortex y no dejarnos llevar por el hipotálamo, y eso es un ejercicio de aprendizaje de reacciones que puede durar toda la vida y que empezamos desde que nacemos.

Hasta aquí la primera parte que es como reaccionamos ante los acontecimientos, pero la cosa es aún más compleja, porque una vez que ese estímulo es recibido por nuestro cerebro ha de ser interpretado. Y este es otro campo maravilloso, de gran complejidad e interés. En ese proceso entramos en como interpretamos las cosas, de cómo las percibimos, con toda nuestra subjetividad (Como decía Ortega y Gasset soy subjetivo porque soy sujeto). Y en esa percepción de las cosas, de las personas, de las situaciones, de los acontecimientos, influyen multitud de factores que enlazan con nuestra propia biografía y, por ende, con nuestra personalidad).

Por eso el mismo hecho es percibido por diferente por cada individuo. Y además, para aumentar la complejidad, cada individuo es libre de variar su percepción en función de la información o estímulos recibidos. Es parte del aprendizaje contínuo al que estamos sometidos a lo largo dela vida.

Pues bien, en esa percepción juega un papel fundamental nuestro propio diálogo interior. No nos afecta lo que nos sucede, sino lo que nos decimos sobre lo que nos sucede. Porque de toda la información que recibimos nos quedamos con una parte y tendemos a centrarnos más en unas partes que en otras. Vivimos en una sociedad donde nos centramos más en los aspectos negativos de los hechos que en su vertiente positiva. Partiendo de además de “pre-juicios”, estereotipos, y otras barreras para el entendimiento de las cuales reflexionamos ya en este blog.

Nos lleva por tanto a la necesidad de aprender y trabajar la actitud positiva, el pensamiento positivo. De esto también hay mucho escrito y dedicaremos un post a ello, pero recomiendo el libro “El arte de no amargarse la vida”, de Rafael Santandreu.

En el mundo complejo actual, en una situación complicada en todos los aspectos, lo peor que nos puede ocurrir es que nos dominen los aspectos negativos de las cosas, y mucho menos que nos afecten a nuestra actitud, y hagamos un esfuerzo por aprender cada día a tener una actitud positiva y saber apoyarnos en ello. Y además esforzar en dar el valor justo a las cosas y que no nos afecten hasta tal punto que cambien nuestro comportamiento.

Las decisiones de los gobiernos y de las diferentes organizaciones, que cada uno las valore como crea conveniente, pero que sea cada individuo el que se marque su camino y se apoye en sus fortalezas. Es lo que Covey llama la “victoria interior”, en su libro “los siete hábitos de la gente eficiente”

Con todo ello, mejorará nuestra autoconfianza y con ello la confianza a todos los niveles, incluida la confianza como país, que tanta falta nos hace.



Antonio Burgueño Jerez
Patrono Fundación Pro Humanismo y Eficiencia
Director de Desarrollo y Calidad de Ribera Salud

domingo, 8 de julio de 2012

LOS SERVICIOS MÉDICOS DE LAS EMPRESAS ESTÁN INFRAUTILIZADOS: FACTOR CLAVE PARA LA EFICIENCIA Y LA CONFIANZA

Hace años los facultativos eran los primeros que cuando tenían dudas sobre un diagnóstico procedían a consultar a “colegas” sobre los mismos. Esto daba al paciente una seguridad en cuanto a su atención y humanizaba el trato que recibía ya que el sistema generaba seguridad. En la actualidad el paciente ha pasado a desconfiar del sistema y ha comenzado a solicitar segundas y terceras opiniones.
Este hecho que, en principio, parece ser solo motivado por el paciente y en entornos de sanidad privada se está dando en los servicios públicos de Salud (SPS) y, en especial, cuando se circunscribe a las relaciones de Atención Primaria y los servicios médicos de grandes empresas.
Los servicios médicos de las grandes empresas gestionan la salud de cientos de miles de trabajadores que, en su mayor parte, no utilizan los SPS hasta que se jubilan. Estas grandes empresas tienen como uno de sus objetivos prioritarios la salud de sus trabajadores y disponen de medios y financiación suficiente para darles un servicio que, en la mayoría de los casos, es excelente. Dentro de estos servicios se contempla desde los clásicos reconocimientos anuales, generalmente superados con la realización de pruebas para prevención de patologías específicas (Prevención del cáncer de mama, prevención del cáncer de colon y próstata, enfermedades cardiovasculares, etc.), hasta programas de prevención y educación en hábitos y prácticas saludables.
Como se puede observar la historia clínica que se dispone de cada paciente es muy completa y, en muchos casos, con pruebas que se han ido realizando y que, en si mismas, suponen un coste elevado. Toda esta documentación clínica se ha detectado que no es aprovechada adecuadamente por los SPS hecho que, considerando el momento actual, supone un despilfarro de recursos.
A este problema se le añade la falta de coordinación con la sanidad privada que también realiza un alto volumen de actividad y que parte de ella podría ser utilizada por los SPS.
Es conocido que en la actualidad se está trabajando en la estandarización de la historia clínica informatizada, ver EN13606, y que esta estandarización todavía llevará un tiempo aunque es obvio que en este intermedio se pueden ir dando pasos, relativamente fáciles, que supongan un impacto importante en la financiación y el cuidado de la salud de los trabajadores y es en este sentido en el que se articulan las siguientes propuestas:
  • Conocimiento real y práctico por parte de los profesionales de los SPS (médicos de atención primaria y otros) de los procesos y productos con los que se trabaja en los servicios médicos empresariales (para evitar falsas percepciones al respecto)
  • Coordinación en el diseño, puesta en marcha y resultados de las campañas de promoción de la salud y prevención realizadas por las empresas y con recursos de las empresas (es importante que se considere a los servicios médicos empresariales como un socio que financia y ayuda y no como un intruso que intenta intervenir en un ámbito no laboral, de generar potencial discriminación respecto a la población general, ...).
  • Potenciar la actividad asistencial de las estructuras de medicina del trabajo.
  • Coordinación con en el SPS en cuanto al seguimiento de las bajas por contingencias comunes
  • Vigilancia periódica de la salud postocupacional de personas que han estado expuestas a riesgos: coordinación con el SPS, estandarizar los protocolos de información (a quién informar y como).
  • Crear puntos de encuentro e intercambio de información con la Atención Primaria. 
  • Potenciar la Medicina del Trabajo como “centro de expertise” en patología laboral y recuperar la idea de las áreas de salud laboral en la atención primaria.
Si a estas relaciones incorporásemos la cantidad de pruebas que se hacen en el ámbito del seguro sanitario privado los ahorros generados serían suficientes como para no necesitar más recortes en la Sanidad Pública. Asimismo, esta unidad de servicio sanitario global, además de mejorar la atención y eficiencia, facilitaría, por la liberación de tiempo del personal asistencial un mejor trato y, por lo tanto, una humanización del trato al paciente.
Francisco Álvarez

Patrono de la Fundación pro Humanismo y Eficiencia en la Sanidad

domingo, 1 de julio de 2012

MEJORAR LA CONFIANZA INTERPERSONAL: ROMPIENDO LAS 10 BARRERAS AL ENTENDIMIENTO


1. RESPUESTAS INMEDIATAS: RESPUESTAS EQUIVOCADAS
Desde niños nos han enseñado a apreciar a aquellos que tienen facilidad de palabra y capacidad de respuesta rápida. Como consecuencia, tenemos el hábito de responder inmediatamente ante cualquier pregunta o situación. Esto en ocasiones es bueno, pero en otras nos lleva a dar respuestas que después evaluamos como inapropiadas y equivocadas.
Las respuestas inmediatas son necesarias para el desarrollo de las relaciones diarias. No podemos parar a pensar si debemos saludar a un compañero diciendo “buenos días” o con un simple “hola”. Pero en ciertas ocasiones, como es el caso de ciertas conversaciones, debemos evitarlas, sino queremos arrepentirnos después.

 2. AUTORRESTRICCIONES
Tenemos tendencia a autolimitarnos a la hora de plantearnos la solución de un problema. Esa autolimitación puede venir provocada por las propias palabras que utilizamos al definir el problema.
Consecuencias:
Nos impide ver ciertas soluciones
Nos lleva a soluciones no deseadas
Si vemos un problema complejo buscaremos soluciones complejas
Cuando definimos algo destacamos algunas características negando automáticamente el resto.

3. PUNTUALIZANDO Y ASOCIANDO
Las palabras llevar al receptor a fijarse en algo, o en algún detalle de algo (puntualización) o bien evocan algo por experiencias pasadas (asociación), o bien hacen todo a la vez.
La asociación y la puntualización son necesarias en la comunicación, pero deben ser tratadas con cuidado porque pueden llevar a fallos comunicativos por diferencias en la asociación entre el emisor y el receptor.

4. SEGUIR PERCEPCIONES Y NO REALIDADES
Cuando debatimos sobre algo, vamos haciendo una imagen de ello (percepción) que se aleja cada vez más de la realidad. La imagen se basa en creencias, suposiciones, teorías, sentimientos, etc.
Esto puede llegar a un punto que demos a la percepción el carácter de realidad.

5. EVALUACIÓN FRÍA
Consiste en la formulación de una evaluación de una persona, grupo, organización, hecho, etc, teniendo en cuenta hechos pasados o futuros, olvidando los cambios que se pueden haber producido.
Los cambios son muchas veces imperceptibles y tolerados (hasta ciertos niveles) por las personas, lo que nos lleva a suponer que las cosas son constantes.

6. ESTEREOTIPOS
Cuando tratamos con alguien, mediante nuestros sentidos recibimos una información de él, de tal manera que nos hacemos una idea de cómo es. Para simplificar el proceso la mente humana lo clasifica dentro de una de las categorías que tiene “predefinidas” fruto de experiencias pasadas.
Esto, que en principio es bueno para poder relacionarnos, puede ser perjudicial si esas categorías llamadas estereotipos son rígidas, inamovibles. En ese caso, la estereotipación nos lleva a ver a las personas como no son en realidad.
Como los estereotipos nos marcan las diferencias, para la clasificación buscamos las similaridades.


7. POLARIZACIÓN
Se produce cuando, a la hora de diferenciar, se llevan las cosas a los extremos, existiendo en realidad términos medios. La consecuencia es que nos engañamos a nosotros mismos (“miras cortas”) y engañamos a los demás.
Se produce fundamentalmente por fallos en el lenguaje y porque nos olvidamos que existe el término medio.

8. LA CONFUSIÓN INFERENCIA-OBSERVACIÓN
Si la observación es lo que vemos y la inferencia lo que creemos ver, podemos deducir con facilidad que la confusión inferencia-observación se produce cuando alguien infiere algo y actúa bajo la certeza que lo inferido es cierto, tomando con ello un riesgo incalculado y de consecuencias imprevistas. En este proceso tienen un elevado peso los sentimientos.
Cuando se infiere se toman riesgos, pero es inevitable, ya que nunca tenemos todos los datos necesarios para evitar la inferencia.

9. DESVIACIONES (BYPASSING)
Es una causa de fallo en la comunicación que ocurre cuando un emisor emite un mensaje y el receptor la recibe con diferente significado. Se pueden producir dos casos:
Mismas palabras, diferentes significados
Diferentes palabras, mismos significados
Es una de las causas de mala comunicación en las organizaciones, pudiendo llevar a “falsos acuerdos” o a “falsos desacuerdos”. En el caso sanitario, por la jerga existente, se reduce bastante la existencia de desviaciones. El bypass puede ser intencionado. Tanto el humor como la ironía están basados en él.

10. ARROGANCIA Y “SABELOTODO”
A veces actuamos como si creyéramos que es posible conocer sobre algo o algún tema y que lo que estamos diciendo, escribiendo o pensando incluye todo lo que es importante sobre el tema. Sin embargo, lo que realmente estamos haciendo son abstracciones de la realidad, extrayendo unos detalles desechando el resto.


Antonio Burgueño Jerez
Patrón de la Fundación Pro Humanización y Eficiencia


domingo, 24 de junio de 2012

UNA REFLEXIÓN SOBRE NUESTRA SITUACIÓN ECONÓMICA: INVASIÓN DE MENSAJES NEGATIVOS GENERADORES DE DESCONFIANZA. MAL VAMOS.

Como un español más vengo observando y siguiendo, confieso que con relativo interés, las noticias, informaciones y desinformaciones a las que estamos sometidos en materia de economía nacional, o macro para ser más preciso.

Quiero empezar por decir, que aunque economista de profesión, con este post estoy lejos de querer teorizar y que lo que aquí escribo es, ni más ni menos, mi percepción de la cosa, huyendo de análisis y teorías que para eso hay gente muy preparada e inteligente que lo hace muy bien.

Mi reflexión parte de la certeza de que para que la economía de un país funcione, el mismo tiene que generar confianza. Confianza basada en la seriedad, el rigor, el esfuerzo, y de una actitud positiva de sus integrantes. Todo ello, como en el resto de las dimensiones de la confianza que aquí debatimos, es una percepción generada en base a las informaciones, datos disponibles y observaciones de las personas.

Insisto en lo de las personas, porque por mucho que nos hablen de mercados al final los decisores y los actores son sólo eso: personas. Y las mismas, por su propia condición, completamente subjetivas. No en vano, la economía es una ciencia social, que estudia y evalúa las decisiones y comportamientos humanos, y está muy lejos de ser exacta en sus predicciones.

Si atendemos a la información facilitada por los medios de comunicación llamados generales, parece darse a entender que la economía y su buen funcionamiento es un fin en si mismo, y responsabilidad de unos pocos, políticos, economista, fundamentalmente. Sin embargo, la misma es la consecuencia del comportamiento y decisiones de todos y cada uno de nosotros, lo que nos hace corresponsables, en mayor o menor medida del asunto.

Volviendo al tema de la confianza, es muy complicado que seamos dignos de confianza como sociedad y como país, dentro y fuera de nuestras fronteras, si no confiamos en nosotros mismos y nuestra economía. La confianza es, ya lo hemos dicho una percepción, subjetiva, basada en las informaciones y experiencias, y mientras sigamos emitiendo y dando peso sólo a mensajes negativos sobre la economía, sólo generaremos desconfianza. Nuestra realidad es compleja y dificilísima, pero la percibimos agravada por los mensajes negativizados generadores de desconfianza.

Además, es tremendamente preocupante que, en la información que nos bombardea diariamente, se han impuesto como estrellas de “indicadores” de nuestra economía dos actores que pertenecen más al mundo de lo especulativo que de lo objetivo. Hablamos de la Prima de riesgo, señorita hasta ahora desconocida para el común de los mortales. Y hablamos de eso que se llama bolsa, la cual confieso que no he llegado a entender nunca, y mira que lo he intentado desde mis tiempos de estudiante. O es muy compleja o yo muy corto, o ambas cosas.

Hablemos de cada una de ellas: Desde mi entendimiento la prima de riesgo la fijan unos señores (los mercados es algo demasiado etéreo para mí) cuyo interés es, en definitiva, ganar más por cada euro que prestan. Y además se hace en comparativa con la realidad económica de terceros países que juegan el papel de referentes. Y además, ese cálculo “de solvencia comparada” varía día a día. Lo siento, pero no comprendo que la solvencia de un país varíe tanto de un día a otro, de una hora a otra, cuando la realidad es que la economía de un país es como un transatlántico que vira, acelera o frena lentamente.

Si esto es preocupante o es más que ese dato, por cierto, utilizado en principio para fijar el precio de los bonos a 10 años y sujetos a interés que no son precisamente los nuestros y sujetos a la especulación, ahora se haya impuesto como el indicador para medir la marcha de nuestra economía. El otro día, sin ir más lejos, un taxista me decía: “este país no levanta cabeza, otra vez la prima de riesgo disparada”. 

Tendrían que tener más protagonismo en nuestro análisis actores que midan realmente nuestra capacidad productiva y su evolución, así como factores de gasto e inversión, etc. O el paro, sin ir más lejos, últimamente eclipsado por la prima de riesgo. 

Sigamos la reflexión con la bolsa, otra de las estrellas invitadas estos días. No hay telediario que se precie que no comience en estos días hablando de la familiar de riesgo (todavía no sabemos su nombre) y de la Bolsa. Está última es una vieja conocida, muy presente en nuestras vidas, la novedad es que la hemos convertido en un indicador de la marcha de nuestra economía. Nunca he comprendido que el valor de una sociedad mercantil cotizante en bolsa varié con expectativas, especulaciones. Sin embargo, el valor de una sociedad no cotizante se determina buscando datos objetivos: análisis de balances, perspectivas de negocio, endeudamientos, solidez de la cartera de clientes…

Observo en estos días de Eurocopa la confianza que tenemos en nuestra selección y sus actores, presumimos de ella, sacamos pecho, la defendemos a capa y espada dentro y fuera de nuestras fronteras. Creemos y confiamos en ella, y la apoyamos a nuestra manera. Qué pena que esa actitud no sea la misma cuando hablamos de algo tan importante como es la economía, que no es cosa de políticos solamente, sino de todos y cada uno de nosotros, pues la misma es la consecuencia de nuestros actos individuales y que en conjunto lo es de nuestra sociedad. Y que de ella depende poder comer y tomarnos una cerveza.

Confiemos en nosotros, trabajemos para hacer empresas y organizaciones generadoras de confianza y así lograremos, sacando pecho, que confiemos y se confíe en la economía de nuestro país. Y demos a las cosas el valor que tienen, no sobrevalores datos como la prima de riesgo y la bolsa, seamos autocríticos y esforcémonos ser positivos. Yo lo intento, de hecho, en esta reflexión no he mencionado, ni mencionaré, la palabra que más se asocia a economía en estos días… hay que predicar con el ejemplo.

¿Utópico? No lo sé. Pero como no lo hagamos, que Dios nos coja confesados.

 
Antonio Burgueño Jerez
Director de Desarrollo de Negocio y Calidad Concesiones Ribera Salud


Patrono de la Fundación Pro Humanización y Eficiencia de la Sanidad (http://fundacionhumanizacion.blogspot.com.es/)

domingo, 17 de junio de 2012

GENERAR CONFIANZA SOCIAL Y EN NUESTRA ORGANIZACIÓN: MODELO EMPRESAS SALUDABLES

 
Como hemos comentado en otras ocasiones, la confianza tiene diferente dimensiones y es gestionable. Dos de ellas son la Confianza de la sociedad en la organización y la de los propios trabajadores. Hay numerosas iniciativas que permiten trabajar hacia la mejora de ambas. Una de ellas es el modelo de empresas saludables que desde el Instituto Europeo de Bienestar Social se ha puesto en marcha.
Definición de Salud: “Estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedades o afecciones”. Constitución OMS, firmada el 22 Julio 1946 por los representantes de 61 Estados Miembros y formalmente en vigor desde 7 Abril 1948.
El pasado 10 de Mayo se presentó en Madrid el Modelo Empresas Saludables de la OMS en el Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social. La propia evolución del concepto de salud, recogida por la OMS en 1946, obliga a nuevos planteamientos y actuaciones que exceden del ámbito medico-asistencial. Así, cada día cobra más fuerza la necesidad de promocionar la salud de un modo integral, siendo fundamental la participación de un gran número de agentes sociales en su consecución.
En la citada presentación se pusieron de manifiesto las causas que hacen necesario el mismo:
Los trabajadores representan aproximadamente la mitad de la población total en un momento dado, y las personas pasan gran parte de su vida en entornos laborales
Una fuerza laboral saludable es el activo más importante…, y es un prerequisito para el desarrollo sostenible y el bienestar social
-Riesgos prevenibles:
  • Trabajadores: pérdida de salud y bienestar
  • Empresa: pérdida de productividad y beneficio
  • Comunidad: pérdida de potencial social y cohesión 
  • País: pérdida del PIB
-Determinante social significativo de salud y equidad
¿Cómo impacta el entorno laboral en la salud de la población de la región europea de la OMS?
  • 300.000 trabajadores fallecen de enfermedades profesionales o directamente relacionadas con el trabajo
  • 27.000 trabajadores fallecen en accidentes laborales (5% de todas las muertes debidas a accidentes), el accidente in itínere es la primera causa de los accidentes de tráfico.
  • 1.000 vidas de trabajadores se pierden cada día debido a condiciones no seguras o no saludables
Las empresas involucradas y con responsabilidad social están dispuestas a afrontar determinantes sociales y de entorno que afectan a la salud de los trabajadores asumen tareas encaminadas a mejorar la salud de sus trabajadores a través de:
  • Iniciativas voluntarias de mejora en el manejo de residuos y de prevención y control de contaminación
  • Desplazamiento / transporte al trabajo seguro y saludable.– caminar, ir en bicicleta, transporte público, coches compartidos…
  • Educación y capacitación para la salud, y servicios de prevención de enfermedades y promoción de la salud complementarios a los propios del sistema sanitario
Para todo ello la OMS nos propone el siguiente marco holístico:
 
Las cuatro dimensiones sobre las que se propone actuar son:
1. Ambiente físico de trabajo
  • Eliminación de químicos tóxicos, o sustitución por los menos peligrosos
  • Instalación de sistemas de ventilación óptima
  • Adiestramiento de trabajadores en procedimientos operativos seguros
  • Equipos de protección personal tales como respiradores, o cascos de seguridad
2. Entorno psicosocial
  •  Reubicación para optimizar carga de trabajo
  • Tolerancia cero ante acoso y discriminación
  • Respeto de equilibrio trabajo-familia
  • Reconocimiento del buen rendimiento
  • Involucrar a los trabajadores y contar con su perspectiva en todas las decisiones que les afectan
 
3. Apoyo recursos personales de salud
  • Ambiente completamente libre de humo del tabaco, y provisión de apoyo para cesación tabáquica
  • Provisión de instalaciones “fitness”, o de clases o sesiones, o de equipamiento para trabajadores
  • Provisión de opciones de alimentos saludables (en comedor o cafetería)
  • Información sobre alcohol y sustancias adictivas, y apoyo a trabajadores que lo necesiten
4. Participación de la empresa en la comunidad
  • Iniciativas voluntarias de mejora en el manejo de residuos y de prevención y control de contaminación de aguas o aire; minimizar emisiones de gas que contribuyan a efecto invernadero
  • Educación y capacitación para la salud a los trabajadores y familias
  • Apoyo a causas comunitarias justas / ciudadanía corporativa global
Pero para conseguir que todo esto funcione es necesario:
  • Liderazgo involucrado / comprometido con la causa
  • Involucrar a trabajadores y representantes
  • Hacer un análisis de necesidades
  • Aprender de otros
  • Actividades integradoras
  • Evaluar y mejorar
En definitiva Ligar iniciativas a objetivos de empresa / comunicación óptima.
 
Además, otro factor muy importante a considerar: LAS EMPRESAS SALUDABLES SON RENTABLES
 
Por cada $ que se gasta:
– Costes médicos se reducen en $3.27
– Coste de absentismo se reduce en $2.73
 “The wide adoption of such programs could prove beneficial for budgets and productivity as well as health outcomes”
Baicker K, et al. Workplace wellness programs can generate savings. Health Affairs, 2010
 
En resumen, ¿Cuáles son las motivaciones para llevar a cabo esta iniciativa de Empresas Saludables?
  • Porque es lo ‘justo’: las empresas y los negocios son parte del marco social y ético de una sociedad
  • Porque es lo que hay que hacer desde el punto de vista 'legal’: en nuestro mundo globalizado, las empresas que ignoran o perjudican la salud de los trabajadores están expuestas a litigios, demandas legales, y críticas en los medios de comunicación…
  • Porque es lo más ‘inteligente' que se puede hacer, también a medio y largo plazo: las empresas que protegen y promueven la salud de los trabajadores tienen más éxito objetivo
 
Francisco Álvarez
Director Ejecutivo Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social
Patrono de la Fundación Pro Humanización y Eficiencia en la sanidad (http://fundacionhumanizacion.blogspot.com.es/)
Resumen de la ponencia que presentó el Dr. Jose M Martin-Moreno; Director Programme Management; World Health Organization; Regional Office for Europe
 

domingo, 10 de junio de 2012


La práctica de la medicina, como la música, debe ser arte y método

Nuestro post semanal lo hemos realizado conjuntamente con nuestros amigos de Auren. En el enlace que adjuntamos podéis leer mi reflexión inspirada en la entrada de la semana pasada de Ignacio Tornos. Desde aquí muchas gracias a Ignacio Tornos, Emma Giralt y el resto del equipo Auren. Seguro que esta sólo es una más de las colaboración entre nosotros.




Implantando Lean. Oficinas, Sanidad, Industria...



fundacion humanizacion

domingo, 3 de junio de 2012

ESTANDARIZACIÓN Y MÚSICA


El pasado miércoles tuve la ocasión de comer con Antonio Burgueño, Emma Giralt y Lola Server y durante la sobremesa el tema derivó hacia la estandarización y más en concreto, por qué es tan difícil conjugar esta normalización con el trabajo creativo.

 Creo que la respuesta está en la música. Es más, desde que hace tres años empecé a estudiar piano estoy convencido de que es así, y que cualquiera que lo dude, lo único que tiene que hacer es aprender a tocar un instrumento.

Estoy convencido que el lenguaje musical es probablemente un estándar perfecto.  Y si no lo es, está muy cerca de la perfección.  Una partitura permite que una pieza musical que alguien compuso hace doscientos años, hoy pueda ser reproducida de manera completamente fiable. En el pentagrama se recoge QUÉ hay que hacer, CUÁNTO debe durar, QUÉ acento debe llevar, incluso una gran cantidad de información relativa a la técnica con que se debe hacer.  En el lenguaje musical se definen un sinfín de elementos como son la tipología de escrituras, la altura del sonido, el timbre, la intensidad, la duración, los matices, el ritmo, la armonía, los compases, la melodía, la expresión, la complejidad, etc. Para un ingeniero y músico novato como yo es apasionante ver cómo esto se hace en un número mínimo de trazos y con una densidad de información increíble.

Si nos fijamos ahora en una orquesta, la coordinación es perfecta. En un primer nivel, las notas están escritas de acuerdo a patrones que se repiten (compases), el ritmo está definido (tempo) y coordinado por el director con su batuta. Los profesionales han dedicado muchos años de su vida a estudiar el instrumento, lenguaje musical, armonía, etc. Han pasado gran cantidad de pruebas de selección y en la mayoría de los casos han tenido que opositar para conseguir la plaza… Son necesarias miles de horas de estudio y perfeccionamiento técnico. Esta conjunción de estándar, de técnica, de arte y de coordinación hace que el resultado sea de una belleza tan increíble que incluso a los que no les atraiga la música clásica no podrán negar que es una expresión artística única.

Y yo me pregunto, ¿un músico es un técnico o un artista?… Y la respuesta es que son grandísimos artistas, pero con una técnica y una estandarización que no creo que exista en ninguna otra profesión. Para llegar a este nivel, es necesario aprender y estudiar mucha teoría y, sobre todo, con mucha práctica.

Creo recordar que Pepe Sancho, el actor, fue presentado en una entrevista como un “grandísimo artista” y el corrigió al entrevistador diciendo que era un “obrero del escenario”, que lo que hacía lo hacía a base fundamentalmente de trabajo, técnica y esfuerzo, y añado, obviamente de eso difícil de definir que llamamos “arte”. Esa parte de la interpretación que hace que una pieza tocada a partir de una partitura, y reproducida por una pianola no tengan nada que ver…

Y sin embargo, en nuestra vida profesional, la mayor parte de nosotros, trabajemos en lo que trabajemos reaccionamos ante la estandarización pensando que se trata de coartar nuestra creatividad, de limitar nuestra libertad, nuestra capacidad artística… En definitiva de convertirnos en robots.

Alguien me dio una explicación a la razón por la que la música prosperó en el pasado en Europa diciendo que era precisamente por la tremenda potencia del lenguaje musical que se desarrolló. Si escuchamos un fragmento de música de casi cualquier lugar del mundo suena repetitivo, monótono. Y sin embargo, la música Europea es de una riqueza increíble desde hace muchos siglos. Cuando me lo explicaron concluyeron diciendo que esa era la razón por la que no hay grandes compositores asiáticos o africanos, también es la razón por la que no se han desarrollado instrumentos complejos como el piano o el órgano, o por la que no hay virtuosos de un instrumento hasta el siglo XX fuera de Europa. La falta de un lenguaje musical, de un concepto de armonía, en definitiva de un estándar ha hecho que la creatividad se limite, se vea dificultada hasta el extremo.

 Y es que en nuestros trabajos, como los profesores de orquesta, tenemos que mezclar dos formas de trabajo muy distintas. En ocasiones tendremos que ser creativos, imaginativos, etc. Y en otras rigurosos, disciplinados, rutinarios. Igual que los músicos, mientras tocan en la orquesta prima la disciplina del grupo, del equipo, no pueden variar lo que dice el estándar (la partitura).  Deben seguir, obedecer al director. No se trata de si soy un artista o un robot en mi trabajo, sino cuándo soy un artista y cuándo soy un robot. Lo malo es mezclar ambos.

En definitiva, rechazamos el trabajo estandarizado porque creemos que nos devalúa como personas, que nos hace menos humanos. Despreciamos los estándares porque mi trabajo es creativo, “soy un artista”. El problema es que al ignorar que tenemos los dos roles (artista y obrero) no sólo estamos penalizando gravemente el resultado del grupo, del equipo, sino que estamos limitando increíblemente nuestra creatividad. Nuestra capacidad de ser verdaderamente artistas, verdaderamente humanos…
 

Ignacio Tornos
Auren Consultoría
Socio
Blog: www.leanauren.com
Twitter: @Torfiti

domingo, 27 de mayo de 2012

El Humanismo Práctico: Un caso de éxito en Urgencias del Hospital de Vinalopó (Elche)


La confianza es la base para muchas actividades: invertir, crear empleo, creer en los políticos y en uno mismo, por ejemplo. También la confianza es básica para ofrecer una asistencia de calidad en los centros sanitarios. Y esto es precisamente lo que se ha propuesto el Hospital del Vinalopó mediante el desarrollo de un innovador programa, llamado Proyecto Confianza.

Dicho proyecto, pionero en la gestión de la confianza para la humanización de la atención sanitaria, se encuentra focalizado en el Área de Urgencias. Su objetivo último es aumentar la confianza que el paciente deposita en su médico, es decir, optimizar la relación médico-paciente. Para ello, se instruye a los profesionales sanitarios del propio hospital y de Atención Primaria en la consecución de las habilidades y técnicas más adecuadas. La primera fase del programa, que cuenta con la colaboración de las consultoras Manpower Salud y Ad-Hoc Investigación, concluyó el pasado mes de mayo, después de medio año de intensos y fructíferos trabajos, mediante dinámicas de grupo, talleres y otras manifestaciones. Participaron, además de los profesionales sanitarios, los auxiliares, personal de apoyo, de admisión, etcétera, dando de este modo una visión integrada a todo el área de Urgencias. Los resultados, según los organizadores, son alentadores, y esta experiencia se piensa implantar en otros servicios de Urgencias de los hospitales en cuya gestión participa Ribera Salud.


EL PAPEL DE LOS PROFESIONALES.- Esta primera fase del Proyecto Confianza ha contado con la participación de un centenar de profesionales quienes, mediante un formato innovador, han asimilado competencias y capacidades. Dicho formato comienza con la realización de un análisis de la confianza generada en el Área de Urgencias por una muestra de los pacientes en ella atendidos. Y continúa por la puesta en marcha de talleres formativos en los que los profesionales participantes comparten sus experiencias e identifican las buenas prácticas que ofrecen un mejor resultado. Los resultados obtenidos hasta ahora revelan que el 86 por ciento de los pacientes del Hospital del Vinalopó y de los Puntos de Atención Continuada (PAC) de Aspe y Crevillente, recomendaría el Servicio de Urgencias a familiares y amigos, por la atención y el servicio recibidos. ¿Y qué factores fueron los mejor valorados? Según la medición realizada por Manpower y Ad-Hoc, los aspectos que los 309 pacientes entrevistados mejor valoraron fueron los relacionados con el trato y la escucha al paciente, de un total de 16 factores de evaluación, que obtuvieron una puntuación media de 8,3 sobre diez. Los profesionales asistenciales que gozan de la confianza de sus pacientes tienen una importante ventaja frente al resto de sus homólogos, ya que impulsan a las personas, mediante sus consejos, a pensar en sus problemas de salud, para llegar a un mayor conocimiento de sus causas y así permitirles tomar medidas de solución más precisas.


Además, el Proyecto Confianza también valora otros aspectos, como los medios técnicos disponibles en el servicio (capaces de atender cualquier tipo de urgencia), el nivel de equipamiento, el acceso a la historia clínica electrónica del usuario en tiempo real, y la cualificación y preparación del personal que trabaja en los puntos de atención urgente. Toda la actuación del Servicio de Urgencias se encuentra informatizada.

Los resultados de las encuestas hasta ahora realizadas resultan reflejadas en las cifras que arroja la actividad cotidiana del hospital desde su apertura en junio del año pasado. Y esos datos muestran que el tiempo de espera medio de los pacientes del Servicio de Urgencias es menor de 45 minutos, por debajo de la media nacional; y que el tiempo de respuesta (indicador que mide el tiempo que transcurre desde que el paciente llega al servicio hasta que se marcha a su casa) está situado en tres horas y 15 minutos, tres cuartos de hora menos que el tiempo estándar. Para el director médico del Departamento de Salud del Vinalopó, Carlos Catalán, estos datos tienen importancia, ya que reflejan “el trabajo realizado por el equipo de Urgencias y la confianza que los ciudadanos depositan en nuestros profesionales después de más de un año desde la apertura del centro, motivada sobre todo por el trato que reciben y el alto nivel de calidad de la asistencia”. La confianza hay que entenderla, según Salvador Sanchís, director de Recursos Humanos del Grupo Ribera Salud, “como un factor clave, basado en la percepción que tienen nuestros pacientes como consecuencia de las conductas que mantenemos con ellos”. De ahí que el proyecto surja del trabajo previo en la confianza propia, interpersonal, confianza en el equipo y en la organización para que revierta en la confianza final del paciente. El concepto confianza ha sido ampliamente valorado por los responsables de Vinalopó Salud y ha permitido realizar un planteamiento formativo que, en definitiva, redundará de manera positiva en la atención al paciente desde una perspectiva multidisciplinar, fomentando la confianza de profesionales y ciudadanos en la organización y, en consecuencia, mejorando la calidad de la asistencia sanitaria.

Antonio Burgueño Jerez
Patrón de la Fundación Pro Humanización y Eficiencia

domingo, 20 de mayo de 2012

15 Conclusiones tras dos meses de reflexión humanista


Cuando se han cumplido dos meses de la puesta en marcha de este blog, entiendo que es momento de pararse a sacar conclusiones  y ver en conjunto las principales reflexiones que se han venido realizando en este tiempo. Las hemos querido reflejar en las siguientes  conclusiones

1. El camino del humanismo práctico es la generación de confianza en todo el proceso asistencial, pues la misma está en la esencia de la propia medicina.

2. La confianza es medible y mejorable y debe hacerse desde diferentes perspectivas (autoconfianza, relaciones con el paciente, dentro de los equipos, organizacional interna o del paciente con la organización)

3. Hemos visto que la confianza es la consecuencia de un proceso continuo de percepción de algo o alguien consecuencia de unas conducta determinadas observadas por los demás y que puede ser influenciada por ideas previas. La conducta ética es la mejor de las conductas posibles, a la medida de la condición humana, la cual presenta un carácter natural que permite distinguir entre comportamientos naturalmente buenos y naturalmente malos.

4. Las habilidades de generación de confianza son importantes en muchos momentos del trabajo cínico, especialmente ante las agresiones no físicas, más numerosas y peligrosas a medio plazo.

5. Sin autoconfianza es difícil transmitir confianza en la relación interpersonal.

6. Con tanto mensaje negativo, hemos relativizado la percepción que tenemos sobre la sanidad. Y eso es preocupante porque mina el orgullo de pertenencia y condiciona la predisposición del paciente ante el servicio.

7. La prescripción eficiente es una responsabilidad de todos. Si seguimos pensando que la prescripción eficiente es una cuestión exclusiva de los facultativos clínicos jamás avanzaremos. Es de una miopía preocupante.

8. Hay que, entre otras cosas, concienciarse de no malgastar, lograr el liderazgo del clínico en la relación con los pacientes, que conlleve hacer a cada paciente lo que hay que hacerle, y sólo lo que hay que hacerle. La prescripción debe ser un acto mucho más meditado que el hecho de solo rellenar un formulario y una firma colegiada

9. Si bien es importante el marco político sanitario, la viabilidad del sistema está en una actitud de responsabilidad y compromiso de todos y cada uno de nosotros.  Hay que concienciarse de todos los problemas y superar el medo a los cambios

10. Debemos inventar un modelo de calidad sanitario que apueste por la confianza como principal parámetro de medida de la misma, apostando con ello por la combinación de la calidad humana y la técnica.

11. Hay que seguir el ejemplo de Vicente Ferrer, el cual nos enseña cuántas cosas se pueden mejorar con pocos medios, pero con un esfuerzo común y generoso.  Su ejemplo nos llevó a acuñar el concepto de Humanismo cotidiano, el cual no es otra cosa que una forma de entender y guiar nuestro comportamiento diario.

12. Una prescripción eficiente requiere de la necesaria confianza del paciente. Antiguamente era suficiente con la relación médico-paciente, pero en la medicina actual esto es requisito fundamental pero no único, ya que la misma va a venir condicionada por la confianza que este otorgue en la organización y la que se haya ido generando a lo largo del proceso asistencial.

13. La eficiencia tiene mucho margen de mejora. Todos los profesionales del sector, desde asistenciales hasta administrativos, sabemos que hay muchas cosas que mejorar y que, además, supondrían grandes ahorros que no afectarían a la asistencia al paciente.

14. El gestor también tiene que ser un humanista cotidiano, trabajando en la generación de confianza dentro y fuera de su organización, mirando con ello hacia el lado correcto (las personas), entendiendo que el resultado económico es una consecuencia, no un fin en si mismo. Es lo que definimos como liderazgo por confianza.

15. Los gestores sufrimos miopía y no vemos más allá del día a día, lo que conlleva carencia de planteamientos estructurales que hagan sostenible la sanidad  a medio plazo.

domingo, 13 de mayo de 2012

EL GESTOR TAMBIEN DEBE SER HUMANISTA COTIDIANO. REFLEXIONES COMPARTIDAS DE UN ENFERMERO Y UN GESTOR

Estimado Antonio:
Desde la percepción de un profesional de la enfermería, percibo que en la situación actual en la que vivimos, los recortes, el mal estar general, la desconfianza y la falta de solvencia por parte de los altos cargos políticos han generado un debate en nuestro sistema sanitario. Ese sistema que hasta ahora, había sido ejemplar para el mundo entero, se tambalea cada día más con riesgo de caerse y perder todo por lo que se había luchado y conseguido en tantos años.  Han comenzado los recortes afectando a la equidad asistencial y a la cartera de servicios ofertada hacia el paciente.
¿Alguien conoce algún gestor sanitario? ¿Sabe cuales son sus funciones? ¿A que se dedican? Se define como gestión sanitaria la función ejecutiva de planificar, organizar, dirigir, controlar y supervisar actividades sanitarias encaminadas a mejorar resultados en salud de la población.  En ella contribuye la historia, la economía, el derecho, la sociología, la psicología, la salud pública y la medicina.
La duda sobre la sostenibilidad del sistema Nacional de Salud me hace pensar realmente en nuestros gestores ¿están mirando hacia el lado correcto?... las personas. Me pregunto ¿cómo pueden generar confianza si no cuentan con sus profesionales? Además suelen ser personas que no has visto nunca ni sabes ni siquiera su nombre.
Entiendo que ellos se mueven por un círculo difícil a la hora de tomar decisiones ya que deben mantener el equilibrio y garantizar la equidad, la eficiencia y la efectividad del sistema.  Sólo digo que deben contar con su personal, somos los que generamos confianza, equidad, eficacia y efectividad dentro del sistema sanitario. Sin nosotros nada va hacia adelante. De seguir en esta dinámica llegará un momento en que los problemas afecten directamente a los pacientes.
El problema reside en que normalmente el poder que te crea dichos cargos no generan un grado de humanización y es ahí donde se estable la diferencia. Aun teniendo un papel difícil e imprescindible, los gestores deben de ser más cercanos, contar con su equipo para la toma de decisiones. De esta forma, se conseguiría mucho más por el sistema sanitario. Si existe confianza entre el equipo  sanitario y los gestores, seremos nosotros los profesionales los que establezcamos confianza al paciente. De lo contrario las medidas que se están tomando al respecto generan desconfianza, miedos e inseguridades que se transmiten cada día a los ciudadanos y somos los mismos profesionales los que fomentamos todas ellas.
Y ese no es el principal problema, me preocupa bastante el cambio de rol por los profesionales, especialmente enfermería. Como usuario quiero un enfermero ejemplar, contento, motivado que ofrezca lo mejor de uno mismo. Generándome confianza por su labor hacia mi salud y notar que me cuidan y se preocupan por mi… y tengo que decir que eso se está perdiendo y muy rápido. Ahora tras las medidas que se toman, siempre perjudicando al profesional y al paciente, se ha creado un enfermero meramente laboral cuya labor es llegar un poco más tarde de las 8, almorzar cuanto más tiempo mejor e intentar irme antes de las 3… y eso para mi es responsable tanto del profesional cómo el trato que tiene el sistema de tratar a sus trabajadores.
Tengo que aclarar que gracias a la ética de los enfermeros y a su vocación, paliamos en muchos de los casos los efectos directos de los recortes en los pacientes y lo hacemos por ellos…
Para terminar, el gestor  trata de controlar un equipo multidisciplinar, mayor o menor, que afectan a los procesos asistenciales. Además cuenta con un presupuesto en forma de recursos humanos y materiales que debe adaptar a las necesidades y objetivos marcados.
… y tú ¿eres un buen gestor?
Un abrazo
Pedro José Soriano, Enfermero Departamento Vinalopó (Elche, Alicante)
Mi querido amigo Pedro:
Me gustaría destacar que cuando se habla de un colectivo tan amplio y variopinto lo que se comenta son reflexiones sobre el conjunto del mismo. Gracias a Dios no son pocos los que tiene virtudes y realizan su trabajo brillantemente.
Lo que planteas muy acertadamente da lugar a un largo debate. Tanto en lo que dices cómo lograrlo. Me quedo con una pregunta tuya ¿Están los gestores sanitarios mirando hacia el lado correcto? Gran pregunta. Mi respuesta es que no. LOS GESTORES SUFRIMOS MIOPIA
- Sufrimos miopía y no vemos más allá del día a día, lo que conlleva carencia de planteamientos estructurales que hagan sostenible la sanidad  a medio plazo A nivel estratégico, el gestor tiene que desarrolla una capacidad de visión que le permita entender su entorno y adelantarse a los acontecimientos futuros. Dicha visión debe estar basada en un estudio de datos e información, de lo contrario hablaríamos de iluminados. Y a mí esos me dan miedo. En este aspecto percibo una miopía que nos lleva más a ser reactivos (los famosos y temidos recortes). Mira como la Comunidad de Madrid, hablando del sector sanitario,  empezó a trabajar hace muchos años en la mejora y adaptación pensando en el futuro. La consecuencia es que, no son dificultades, hoy por hoy tiene mayor capacidad de afrontar la difícil situación en la que nos encontramos. Si hablamos del modelo de concesión de Alzira, en el cual tuve la suerte de participar en su concepción y ahora en su desarrollo, quince años después todavía tienen vigencia sus planteamientos, dado que nació como una solución alternativa  a los problemas de ese momento y previsiblemente (como así ocurrió) del futuro in mediato. Problemas que estaban tapándose por el momento de bonanza económica.
- Estamos miopes en nuestra actuación en el día a día. El gestor sanitario tiene la obligación y la responsabilidad de facilitar el trabajo clínico, creando la cultura y la organización que genere confianza
En otras palabras, debe liderar por confianza, lo que implica:
- Invitar y apoyar a los profesionales a que generen confianza en los pacientes. Mayor autoconfianza del clínico es indispensable para generar confianza en terceros.
- Generar un clima entre los equipos para trabajar conjuntamente, generando confianza dentro de los mismos. Invitándoles a reflexionar en conjunto sobre mejoras en la organización del trabajo y su toma de decisiones.
-  Establecer políticas y actuaciones de relaciones con el entorno que mejoren la confianza social en su organización.
-  Como se debe “predicar con el ejemplo”.  El gestor tiene que ser un humanista cotidiano, muy lejos de la función jefe autoritario, paradigma bajo el cual enmarcan algunos su función. Quizás sea más fácil ordenar y mandar. Ese es el camino fácil.  Pero sólo hay un camino, liderar por confianza, como ya hemos comentado, y para eso hay que saber aprender y desaprender día a día.  Un tema que da para largos debates.
Espero que mis reflexiones sean tan enriquecedoras como las tuyas lo han sido para mí. Y espero que suscite opiniones en otros  que nos ayuden a enriquecernos.
Un fuerte abrazo
Antonio Burgueño Jerez, Patrono Fundación Pro humanismo y Eficiencia

domingo, 6 de mayo de 2012

AHONDANDO EN LA EFICIENCIA: HAY MUCHO MARGEN DE MEJORA


En las últimas semanas, desde este blog se ha generado un interesante debate a propósito de la mejora de la eficiencia de la prestación sanitaria y su margen de mejora. He entendido interesante  aportar un punto de vista complementario a los aportados con el fín de enriquecer el debate.

Como economista estoy asistiendo de una manera, mas o menos, asombrada a la serie de “recortes / ajustes / …” que está llevando a cabo el actual Gobierno de España y que creo que no se están haciendo de una forma equilibrada y profesional.

Desde el año 1999 la Sanidad se financia con cargo a los Presupuestos Generales del Estado por lo que nunca deberíamos volver a decir que este médico / hospital  / etc. es de la Seguridad Social. Asimismo, por decisión de los responsables de las Comunidades Autónomas, desde el año 2008 la financiación no es finalista, es decir, que la financiación vía impuestos está mezclada con la financiación de educación, justicia, etc.

Como economista me resulta difícil de digerir que se intente en estos momentos mezclar ingresos con gestión cuando, como he comentado, desde hace tiempo no tienen nada que ver.

Siguiendo un proceso lógico y profesional debemos distinguir por un lado ¿Qué queremos mejorar en la gestión de la Sanidad? Y por otro ¿Cómo financiarla?

A la primera pregunta, todos los profesionales del sector, desde asistenciales hasta administrativos, sabemos que hay muchas cosas que mejorar y que, además, supondrían grandes ahorros que no afectarían a la asistencia al paciente:

1.      Ahorros en la gestión logística, almacenes centralizados para grandes núcleos hospitalarios. Gestión de compras centralizada, no solo farmacéutica. Gestión logística de las unidades (Evitando caducidades, ¿pérdidas?, …).

2.      Optimización de equipamientos incrementando su uso en periodos de baja actividad (RMN, TAC,  ,,,) que evitarían listas de esperas.

3.      ¿Están bien dimensionadas las plantillas? Hagamos benchmarking entre los mejores hospitales públicos y privados y veamos como se estructuran los mejores.

4.      ¿Quién receta? El médico o el paciente, es necesario reducir la factura farmacéutica pero no es el paciente quién la genera.

5.      ¿De verdad hay tanto turismo sanitario? Uno de los males que sufren los hospitales públicos es que sus mejoras en eficiencia en la gestión de la facturación no revierte en su hospital ya que el dinero lo ingresa la Tesorería centralizada, los hospitales con modelos de gestión privada cobran mejor que los públicos, mejoremos el proceso e incentivemos esa gestión.

Seguro que todos tenemos más propuestas para mejorar la gestión sanitaria, mejorando además la atención al paciente que, con las medidas anunciadas, además de haber pagado mediante cotizaciones durante toda su vida activa ahora se pretende que pague dos veces algunos recursos sanitarios, no olvidemos que los pensionistas pagan I.R.P.F. que es uno de los impuestos que financia la sanidad.

Respecto a los ingresos creo que el Gobierno por seguir tácticas electorales se equivocó en la elección de los impuestos a modificar y ahora está rectificando tarde y mal. El impuesto más importante, a nivel de recaudación, en España es el I.V.A. si lo hubiese tocado en enero se habría empezado a recaudar más rápido y ahora no tendríamos estas modificaciones, además como la crisis hay que repercutirla de una manera progresiva, que pague mas quién mas tiene, solo se debería haber modificado el I.R.P.F. en los tramos altos y no afectar a todos los trabajadores.

Finalmente estoy de acuerdo con los impuestos finalistas de forma que se puede ayudar a la Sanidad subiendo los impuestos sobre tabaco y alcohol, que el incremento sea finalista para la sanidad que es quien sufre los efectos del consumo excesivo de esos productos, así como peaje para autovías y autopistas que tengan alternativas, y también estoy de acuerdo que se premie el esfuerzo y que las becas se ganen aprobando todas las asignaturas.


Francisco Álvarez
Patrono de la Fundación pro Humanismo y Eficiencia en la Sanidad

domingo, 29 de abril de 2012

EL DEBATE DE LA PRESCRIPCIÓN EFICIENTE: ALGUNAS REFLEXIONES ENRIQUECEDORAS

Me siento muy orgulloso de no ser yo el autor real del post de la semana, pues encantado asumo la función de “relator”. Siempre hemos dicho que el éxito de la iniciativa de la Fundación Pro Humanización y Eficiencia es lograr un debate enriquecedor sobre el humanismo y la eficiencia. A raíz del post de la semana pasada se han producido algunos aportes sin duda muy interesantes al debate y que me tomo la libertad, con permiso de sus autores, de que sean el eje del post de esta semana en nuestro blog.

 Ayer en twitter, Pedro Soriano, enfermero y compañero en el departamento del Vinalopó (Elche), concluía un debate “twittero” que mantuvimos con una reflexión determinante: “Tenemos que concienciarnos de no malgastar y que no se confundan, eso NO son RECORTES... Se utiliza lo que realmente se necesita.”

Patricia A.Fernández, precursora del post anterior, dado el debate que mantuvimos la semana anterior, nos matiza con gran criterio algunos aspectos de mi reflexión, haciendo hincapié en factores clave para la eficiente prescripción:

- Basar la capacidad de persuasión en los valores organizacionales y personales. Es necesario desarrollar un orgullo de pertenencia que conllevaría, como reflexiona Pedro Soriano, a superar “la falta de conciencia del valor porque no es de uno propio.. ese es uno de los muchos agujeros del sistema”.

- Organizarnos y actuar desde la realidad compleja del paciente, pocas veces con una única patología

- Concienciarnos todos del problema y superar miedos a los cambios

- Desechar elementos disruptores del sistema, que me llevan a la reflexión de que con tanto mensaje negativo se ha “negativizado” la percepción que nosotros mismos tenemos de la sanidad. Apunta hacia el desarrollo del pensamiento positivo, clave en la generación de confianza, sin duda

- Y finalmente se pregunta si estamos los gestores y los pacientes del lado de los clínicos. Gran pregunta y gran reflexión, propia de un debate por sí mismo.

Finalmente, y con ánimo de compartirla con todos vosotros, quisiera repruducir una reflexión que me llega del Dr. Toral Peña, Oncólogo y compañero del Departamento de Torrevieja.

“Antonio:
Quisiera felicitarte por tus aportaciones a este blog, que tan acertadamente has creado.
Acabo de leer tu artículo sobre RESPONSABILIDAD COMPARTIDA PARA LA PRESCRIPCIÓN EFICIENTE: NO HAY OTRO CAMINO. Creo que has dado en la diana. No podemos considerar, hoy día, la medicina moderna, como un proceso basado en actos médicos individualizados, sino una medicina basada en procesos asistenciales creados dentro de una modalidad multidisciplinaria.

Mi opinión es que la prescripción debe ser un acto mucho más meditado que el hecho de solo rellenar un formulario y una firma colegiada. Creo que debemos recobrar la idea de la medicina griega. Debemos de reinventar la medicina, donde el elemento central es el paciente y el contacto directo es el médico de atención primaria asesorado por una extensa lista de disciplinas médicas especializadas que le asesoren sobre el mejor tratamiento para el paciente.

En los últimos años, la medicina se ha convertido en una autentica dispersión de criterios superespecializados y no teniendo en cuenta que el elemento básico es el contacto del paciente con el médico de atención primaria.
Te hablo como especialista, no debemos de olvidar la figura del médico de familia (me encanta este término porque es la definición más precisa de lo que debe ser la aproximación más cercana del médico al paciente) contacto más cercano del paciente con la medicina. Los especialistas debemos estar al servicio de la atención primaria. Una vez que tengamos conciencia de la visión horizontal de la medicina posiblemente haremos que la prescripción sea mucho más eficiente.

Ejemplo, lo vemos a diario contemplando duplicidad de prescripciones, desconocimiento de medicamentos que recibe, interacciones e incluso contraindicaciones,…

Hoy día los sistemas informático que disponemos en algunos hospitales y la interconexión con atención primaria estoy seguro que beneficiará este sistema y mejorará la eficiencia en la prescripción, con lo que a medio plazo veremos una repercusión en los gastos farmacéuticos.

No se trata de prescribir menos sino mejor.

Te manifiesto nuevamente mis felicitaciones por tu artículo y por tu blog y te animo a seguir enviando tus aportaciones.”

Estas y otras aportaciones me hacen convencerme aún más si cabe que, si bien es importante el marco político sanitario, la viabilidad del sistema está en una actitud de responsabilidad y compromiso de todos y cada uno de nosotros.

Mil gracias por enriquecer el debate y la reflexión.


Antonio Burgueño Jerez
Patrono de la Fundación Humanismo y Eficiencia

domingo, 22 de abril de 2012

RESPONSABILIDAD COMPARTIDA PARA LA PRESCRIPCIÓN EFICIENTE: NO HAY OTRO CAMINO


El fin  debe ser hacer a cada paciente lo que haya que hacerle, y sólo lo que haya que hacerle. Este es un asunto crucial para lograr la viabilidad de la sanidad tal y como la conocemos, cuyos valores sociales todos defendemos. Si realmente le diéramos a cada paciente lo que necesita, y sólo lo que necesita, estaríamos dando un paso crucial para evitar hablar de “recortes”, pues se lograría ajustar los recursos y el esfuerzo profesional a una demanda real. A modo de ejemplo, no conozco hospital donde la RNM no se haya convertido en un cuello de botella y sufra de una sobreutilización, algo que los clínicos no dudan en reconocer en “petit comité”. 

Cada vez que comento corro el riesgo de ser tachado de idealista. Sin rechazar dicho apelativo que me honra, pues sin ideales es muy difícil marcarse objetivos que supongan restos personales, cabe apuntar que me creo que es posible avanzar en este camino toda vez que no depende de grande decisiones políticas, sino del comportamiento y actitud de cada uno de nosotros. Y cada vez que algún profesional, equipo u organización actúa en esta dirección se está poniendo un granito de eficiencia del sistema.

Si seguimos pensando que la prescripción eficiente es una cuestión exclusiva de los facultativos clínicos jamás avanzaremos, entre otras cosas es de una miopía preocupante. Es cierto que él responsable final de la decisión es el clínico. Pero como toda decisión viene condicionada o empujada por factores propios al mismo y por factores de su entorno organizativo. Múltiples factores que dejan entrever lo complejidad de la misma. Por no meternos en complejidades que se escapan de nuestras pretensiones, nos centraremos en analizar los factores de cada organización sanitaria, obviando consecuentemente cuestiones de política sanitaria.


Una prescripción eficiente requiere de la necesaria confianza del paciente. Antiguamente era suficiente con la relación médico-paciente, pero en la medicina actual esto es requisito fundamental pero no único, ya que la misma va a venir condicionada por la confianza que este otorgue en la organización y la que se haya ido generando a lo largo del proceso asistencial.


La confianza permite que el liderazgo de la relación y la asistencia esté en manos de los profesionales que intervienen en todo el proceso organizacional. Sin ella sólo nos queda ir a “rebufo” de las demandas del paciente, demandas no siempre (o casi nunca) son racionales. Es lo que supondría pensar en la satisfacción.

La premisa de partida es que la confianza del paciente debe generarse en todo el proceso asistencial, entendiendo el mismo desde que se produce el síntoma hasta la resolución del problema. Incluyendo por tanto desde el contacto telefónico (en su caso), contacto con el personal de admisión…  ¡Y todo ello condiciona la toma de decisiones final de la prescripción!

¿Qué factores afectan a la prescripción? En otras palabras, ¿Qué retos debe asumir una organización que quiera mejorar realmente la eficiencia en la prescripción?
- Una cultura organizacional que potencie la responsabilidad compartida de la prescripción.
- Una formación del personal, que potencie las capacidades para afrontar decisiones manejando las habilidades personales necesarias para lograr la persuasión
- Trabajar la autoconfianza del facultativo, la cual se basa también en experiencias pasadas.
- Orientar el estilo de dirección de los diferentes niveles del staff directivo al apoyo del clínico.
- Potenciar el grado de trabajo en equipo y la confianza generada dentro del mismo.
- Política de comunicación de la organización, tanto interna y externa, que respalde y propicie la responsabilidad compartida en la prescripción
- Apoyo en la elaboración de algoritmos de decisión según sintomatología
- Incorporación de criterios humanistas en el proceso de toma de decisiones
- Propiciar debate de la mejora en la toma de decisiones.
- Valores personales y organizacionales
- Capacidad de persuasión para el seguimiento de las indicaciones
- Mayor colaboración entre los equipos y servicios
- Establecimiento de procesos y procedimientos
- Concienciación del problema en toda la organización
- Políticas organizacionales centradas más en la salud que en la asistencia
- Habilidades personales para el liderazgo de la relación y generación de sintonía con el paciente.

Como se suele decir, son todas las que están, pero no están todas las que son. Invito a los lectores a enriquecer esta reflexión.

Antonio Burgueño Jerez
Patrón de la Fundación Pro Humanización y Eficiencia

domingo, 15 de abril de 2012

EL HUMANISMO COTIDIANO GENERADOR DE CONFIANZA: ¿QUÉ APORTA EN EL MOMENTO ACTUAL?

A veces hay que mirar hacia atrás, para comprender el presente y plantearse el futuro. Ese es el ejercicio que continuamente venimos haciendo los que apostamos por estudiar y revisar los planteamientos humanistas que guiaban la actuación clínica no hace tantos años, nos enseña a cómo hacer una sanidad mejor y más viable cara al futuro.



En esa línea, el humanismo es una forma de entender y guiar nuestro comportamiento, el cual debe reflejarse en todo lo que hacemos. Es lo que he denominado humanismo cotidiano. Y es una cuestión propia de la persona, no ligada a ninguna profesión, no siendo por tanto el humanismo exigible tan sólo al clínico. La consecuencia inmediata del mismo es que se genera una confianza en el entorno, empezando por la que una persona tiene en sí mismo, pasando por la confianza en todas las relaciones interpersonales, por la relación de los equipos de trabajo, la de todos los integrantes de la organización y la de todos ellos con los pacientes en particular y la sociedad en general.



Poco a poco iremos pensando y debatiendo como trabajar cada una de las confianzas para poder mejorarlas, pero entiendo que lo primero es resolver una cuestión fundamental: ¿Porqué hacerlo?¿porqué gestionar la confianza?¿Qué aporta a la mejora de la eficiencia propia y de la organización? Podríamos hablar largo y tendido, porque ser humanistas en nuestro comportamiento tiene unos beneficios personales de bienestar, por ejemplo. Pero asumiendo que vivimos en una sociedad pragmática que necesita de realidades tangibles y resultados directos, me centraré en aquellos resultados que se traducen en mejora de la eficiencia de la actuación sanitaria.




Además de ser los beneficios que dan razón de ser a nuestra Fundación, hilando con ello, humanismo como filosofía, confianza como gran objetivo y mayor eficiencia como gran resultado medible.
Todo esto debe ser, y es, medible; y además mejorable. Se puede aprender, mediante unas metodologías adecuadas que poco a poco iremos debatiendo. Así como las experiencias que ya existen de la aplicación de la misma.


Antonio Burgueño Jerez.
Patrono de la Fundación.
Jefe Desarrollo de Negocio y Calidad Concesiones Ribera Salud

domingo, 8 de abril de 2012

SOBRE VICENTE FERRER

En ocasiones, la vida nos ofrece oportunidades extraordinarias de conocer personas y realidades que nos permiten adquirir conciencia del largo camino que nos queda por recorrer para alcanzar el bien.

Yo tuve la suerte de conocer a Vicente Ferrer en el año 2001. El destino hizo que estuviera en Valencia buscando apoyo en el área de salud donde la Fundación ha desarrollado tantos proyectos. Y tuvimos la oportunidad de firmar un convenio de hermanamiento entre el Hospital de La Ribera y el Hospital de Bathalapalli, el último y más emblemático de los tres centros que la Fundación tenía ya en la provincia india de Anantapur (Kalyandurg, Kanecal y Bathalapalli).

Las palabras que dejó escritas en su firma en el libro de honor del Hospital de La Ribera, ya son en sí, una declaración y un aprendizaje de su humanismo y espíritu de cooperación:
“Los hijos de una madre no son hermanos. Lo son cuando se ayudan el uno al otro”.

Esta visita fue el comienzo de una relación que, en lo personal, me marcó profundamente y ha influido en mis valores y valoraciones de la vida, y en lo profesional, ha sido enormemente gratificante para todos los que en mayor o menor medida, participamos en proyectos de cooperación.

Estar viviendo en las instalaciones de la Fundación en La India, poder ayudar y aportar ideas, líneas de colaboración y estrategias para gestionar sus hospitales y el área de salud rural de la Fundación, fue un regalo del destino que no podré agradecer nunca lo suficiente.

Y profesionales del Hospital de La Ribera pasaron varios meses trabajando en el terreno junto a profesionales de los hospitales de la Fundación, principalmente con el de Bathalapalli, para poder plantear proyectos de colaboración concretos, homogeneizando procedimientos, formando al personal, colaborando en la priorización de necesidades para conseguir mayor impacto en la salud de la población con los recursos disponibles …. Fue una oportunidad única, y me gustaría reconocer la labor de todos los que ofrecieron sus conocimientos, su esfuerzo y sobre todo su tiempo, bien escaso y por ello muy valioso, a favor de esta causa tan hermosa.

En cuanto a los resultados obtenidos, están ahí y pueden valorarse, por lo que no me detendré demasiado. El propio  gobierno indio reconoció nuestra labor mediante un premio otorgado por la protocolización (higiene hospitalaria, y control de residuos).  Y se consiguió en la farmacia de los tres hospitales un ahorro superior a 500.000€ (con lo que esto supone en La India), elaborando una guía farmacoterapeútica moderna y adecuada a sus necesidades, y organizando la compra directa. Un ahorro que podía ser destinado a otros puntos de atención de la población y cubrir mejor sus carencias básicas.

Son algunas de las cosas en las que centramos nuestra cooperación. A cambio ellos a nosotros nos demostraron cuantas cosas superfluas ocupan y enmarañan nuestras vidas, con qué poco podemos ser felices y cuántas cosas se pueden mejorar con pocos medios pero un esfuerzo común y generoso. En definitiva, nosotros nos quejamos por el 5% que nos falta y ellos dan las gracias por el 5% que tienen.

Y el propio Vicente. Verle de cerca, poder hablar con él muchas horas explicándote sus reflexiones, pensamientos y proyectos, con su voz pausada y profunda. Y poder mirarle a los ojos, que transmitían paz y sabiduría y que parecían que radiografiaban tu cuerpo y tu alma. Ha sido una suerte que agradezco profundamente a Dios (al gran relojero de este mundo, como el lo llamaba), porque sé que no estaré nunca  más cerca del concepto de santidad, que en las ocasiones que estuve con Vicente Ferrer.

Aprendimos que de la fe y de la fortaleza de un solo hombre se había levantado una obra que no se puede describir con palabras. Hospitales, escuelas, centros de discapacitados, casas, pozos, red social rural y un larguísimo etcétera, es la obra de una vida y de un hombre que nos ha demostrado la verdadera potencia del ser humano cuando canaliza toda su fuerza en hacer el bien. Ese fue el mayor aprendizaje. Y nos enorgullece saber que el propio Vicente reconoció nuestra colaboración poniendo mi nombre (“sala Alberto de Rosa”) a la planta de hospitalización de traumatología masculina del Hospital. Algo tangible ha quedado de nuestro proyecto.

Tenemos que seguir luchando por la obra que empezó Vicente Ferrer, un español que vivió, amó y ayudó a la humanidad hasta el final de sus días. Algunos de los planes en los que nos pidió colaboración solo se esbozaron, su capacidad de trabajo y de visión de futuro dejó muchos proyectos marcándonos el camino por el que todos debemos seguir. Quiero que todos pensemos que un granito de arena en este caso sí que sirve para hacer enormes castillos de bien. Yo lo he visto. Y nuestro reto es conseguir que su obra continúe. Mi colaboración comenzó cuando dirigía el hospital de la Ribera y en mi actual dirección al frente del grupo Ribera Salud, sigo atento para contribuir en todo lo que pueda mejorar la salud de ese hermano de otra madre que consideramos unido por algo más grande que la sangre: el sueño de Vicente.

Alberto de Rosa. Director General. Ribera Salud grupo