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domingo, 24 de junio de 2012

UNA REFLEXIÓN SOBRE NUESTRA SITUACIÓN ECONÓMICA: INVASIÓN DE MENSAJES NEGATIVOS GENERADORES DE DESCONFIANZA. MAL VAMOS.

Como un español más vengo observando y siguiendo, confieso que con relativo interés, las noticias, informaciones y desinformaciones a las que estamos sometidos en materia de economía nacional, o macro para ser más preciso.

Quiero empezar por decir, que aunque economista de profesión, con este post estoy lejos de querer teorizar y que lo que aquí escribo es, ni más ni menos, mi percepción de la cosa, huyendo de análisis y teorías que para eso hay gente muy preparada e inteligente que lo hace muy bien.

Mi reflexión parte de la certeza de que para que la economía de un país funcione, el mismo tiene que generar confianza. Confianza basada en la seriedad, el rigor, el esfuerzo, y de una actitud positiva de sus integrantes. Todo ello, como en el resto de las dimensiones de la confianza que aquí debatimos, es una percepción generada en base a las informaciones, datos disponibles y observaciones de las personas.

Insisto en lo de las personas, porque por mucho que nos hablen de mercados al final los decisores y los actores son sólo eso: personas. Y las mismas, por su propia condición, completamente subjetivas. No en vano, la economía es una ciencia social, que estudia y evalúa las decisiones y comportamientos humanos, y está muy lejos de ser exacta en sus predicciones.

Si atendemos a la información facilitada por los medios de comunicación llamados generales, parece darse a entender que la economía y su buen funcionamiento es un fin en si mismo, y responsabilidad de unos pocos, políticos, economista, fundamentalmente. Sin embargo, la misma es la consecuencia del comportamiento y decisiones de todos y cada uno de nosotros, lo que nos hace corresponsables, en mayor o menor medida del asunto.

Volviendo al tema de la confianza, es muy complicado que seamos dignos de confianza como sociedad y como país, dentro y fuera de nuestras fronteras, si no confiamos en nosotros mismos y nuestra economía. La confianza es, ya lo hemos dicho una percepción, subjetiva, basada en las informaciones y experiencias, y mientras sigamos emitiendo y dando peso sólo a mensajes negativos sobre la economía, sólo generaremos desconfianza. Nuestra realidad es compleja y dificilísima, pero la percibimos agravada por los mensajes negativizados generadores de desconfianza.

Además, es tremendamente preocupante que, en la información que nos bombardea diariamente, se han impuesto como estrellas de “indicadores” de nuestra economía dos actores que pertenecen más al mundo de lo especulativo que de lo objetivo. Hablamos de la Prima de riesgo, señorita hasta ahora desconocida para el común de los mortales. Y hablamos de eso que se llama bolsa, la cual confieso que no he llegado a entender nunca, y mira que lo he intentado desde mis tiempos de estudiante. O es muy compleja o yo muy corto, o ambas cosas.

Hablemos de cada una de ellas: Desde mi entendimiento la prima de riesgo la fijan unos señores (los mercados es algo demasiado etéreo para mí) cuyo interés es, en definitiva, ganar más por cada euro que prestan. Y además se hace en comparativa con la realidad económica de terceros países que juegan el papel de referentes. Y además, ese cálculo “de solvencia comparada” varía día a día. Lo siento, pero no comprendo que la solvencia de un país varíe tanto de un día a otro, de una hora a otra, cuando la realidad es que la economía de un país es como un transatlántico que vira, acelera o frena lentamente.

Si esto es preocupante o es más que ese dato, por cierto, utilizado en principio para fijar el precio de los bonos a 10 años y sujetos a interés que no son precisamente los nuestros y sujetos a la especulación, ahora se haya impuesto como el indicador para medir la marcha de nuestra economía. El otro día, sin ir más lejos, un taxista me decía: “este país no levanta cabeza, otra vez la prima de riesgo disparada”. 

Tendrían que tener más protagonismo en nuestro análisis actores que midan realmente nuestra capacidad productiva y su evolución, así como factores de gasto e inversión, etc. O el paro, sin ir más lejos, últimamente eclipsado por la prima de riesgo. 

Sigamos la reflexión con la bolsa, otra de las estrellas invitadas estos días. No hay telediario que se precie que no comience en estos días hablando de la familiar de riesgo (todavía no sabemos su nombre) y de la Bolsa. Está última es una vieja conocida, muy presente en nuestras vidas, la novedad es que la hemos convertido en un indicador de la marcha de nuestra economía. Nunca he comprendido que el valor de una sociedad mercantil cotizante en bolsa varié con expectativas, especulaciones. Sin embargo, el valor de una sociedad no cotizante se determina buscando datos objetivos: análisis de balances, perspectivas de negocio, endeudamientos, solidez de la cartera de clientes…

Observo en estos días de Eurocopa la confianza que tenemos en nuestra selección y sus actores, presumimos de ella, sacamos pecho, la defendemos a capa y espada dentro y fuera de nuestras fronteras. Creemos y confiamos en ella, y la apoyamos a nuestra manera. Qué pena que esa actitud no sea la misma cuando hablamos de algo tan importante como es la economía, que no es cosa de políticos solamente, sino de todos y cada uno de nosotros, pues la misma es la consecuencia de nuestros actos individuales y que en conjunto lo es de nuestra sociedad. Y que de ella depende poder comer y tomarnos una cerveza.

Confiemos en nosotros, trabajemos para hacer empresas y organizaciones generadoras de confianza y así lograremos, sacando pecho, que confiemos y se confíe en la economía de nuestro país. Y demos a las cosas el valor que tienen, no sobrevalores datos como la prima de riesgo y la bolsa, seamos autocríticos y esforcémonos ser positivos. Yo lo intento, de hecho, en esta reflexión no he mencionado, ni mencionaré, la palabra que más se asocia a economía en estos días… hay que predicar con el ejemplo.

¿Utópico? No lo sé. Pero como no lo hagamos, que Dios nos coja confesados.

 
Antonio Burgueño Jerez
Director de Desarrollo de Negocio y Calidad Concesiones Ribera Salud


Patrono de la Fundación Pro Humanización y Eficiencia de la Sanidad (http://fundacionhumanizacion.blogspot.com.es/)