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martes, 7 de abril de 2015

La difícil “partida de ajedrez” de la cuestión de los tratamientos farmacéuticos: Una visión personal, obviamente

(Publicado en Sanifax, 6 de abril 2015)

Otro lunes más y este especial por ser la vuelta de vacaciones de Semana Santa para algunos y para otros día festivo aún, según el punto geográfico donde cada uno tenga su sede laboral. Esta circunstancia invita más a una reflexión trimestral que a una mensual, a la par que mirando hacia el futuro, dado que las elecciones están al caer.
Se mire como se mire está el tiempo complicado. Hay un frente inestable que no termina de irse y se junta con unos nubarrones que se aproximan y que, aunque habrá algún momento de claridad, las tormentas van a ser la tónica general.
Habrá que leerse con detalle las propuestas que en materia sanitaria nos hagan desde el variopinto conjunto de los partidos políticos para afrontar el temporal, sin mucha esperanza de que alguien escriba la realidad de lo que hay, salvo si el objetivo sea el suicidio electoral.
Porque la realidad es tozuda y se empeña en demostrarnos una y otra vez que el camino que seguimos para organizar y gestionar la sanidad pública nos lleva a un abismo financiero algo paliado por la mejora de las cuentas públicas y de la economía en general. Hay avances, sin duda, pero se me antojan insuficientes. Por eso lo que en su día se llamó recortes deberían ser traducidos a medidas de eficiencia organizativa y de gestión, pensando ya no en el corto plazo, pero por lo menos en el medio.
Soy consciente que decirlo es fácil, y hacerlo algo más complejo, por no decir “casi” imposible. Como profesional independiente que presta sus servicios en diferentes tipos de organizaciones y que eso me permite tener una visión amplia (sesgada siempre, pero amplia), es muy desolador observar que ideas, proyectos, innovaciones tecnológicas, etc, no se aplican por la rigidez de un sistema que no admite los cambios que deben realizarse. O al menos al ritmo que se debería.
Caso especial merece el asunto farmacéutico, y que es un buen ejemplo de la compleja realidad a la que nos enfrentamos. Cuando hace ya unos años se tomó la decisión de “apretar” a la industria farmacéutica en cuestión de precios, y a los profesionales en la racionalidad en la emisión de recetas, se consiguió un primer impacto de una importante baja del gasto en esta materia, lográndose aliviar el problema financiero. Sin embargo, el gasto farmacéutico hospitalario nunca dejó de crecer.
Desde una visión más amplia, se viene observando además un cambio de tendencia desde el 2013 donde el gasto farmacéutico por recetas vuelve a repuntar levemente y las previsiones dicen que seguirá la tendencia. Pues la industria farmacéutica, que vio mermado un negocio, se reinventa y busca legitimas oportunidades de negocio y, como si se tratara de una partida de ajedrez, hacen su siguiente movimiento: a la par que recurren los precios de referencia del Sistema Nacional de Salud, han potenciado la venta de productos que denominan “Consumer Health Care” y han venido apostado por el desarrollo de moléculas de alto coste para patologías muy específicas, que les viene a crear un problema social y financiero a los gobiernos. Y les deja pensando el siguiente movimiento.
A este respecto la OMS ha publicado un informe recientemente que advierte que los precios de referencia de los medicamentos pueden retrasar la comercialización y aumentar los costes de medicamentos innovadores.
Para el gobernante este marco no le deja más que un movimiento de defensa, pues se ve atrapado entre las presiones de la industria por lo que entiende unas reglas de juego injustas, la sociedad que reclama también las mejores soluciones a sus problemas de salud, su realidad financiera y la realidad de sus piezas (profesionales a todos los niveles), que no terminan de entender el desarrollo de la partida ni quieren jugar el mismo juego que él. “Menuda papeleta”, que se suele decir.
El gobernante en este marco se ve obligado a limitar el acceso al medicamento de manera más o menos justa y justificada, cuestión que lleva a titulares como “El médico ya no prescribe”. Todo ello consciente de que una apertura de puertas supondría que los 2.500 MM de euros de diferencial de gasto farmacéutico entre gasto de 2010 y 2014 se quedan cortos para asumir el impacto de dicha decisión. El caso más mediático ha sido el de los medicamentos para el tratamiento de la hepatitis C, que se ha saldado, por el momento, con la nada despreciable cifra de 727 MM euros extra en gasto, lo que viene a ser lo mismo que, por ejemplo, la atención sanitaria de los habitantes de la ciudad Málaga durante un año entero. Pero no es el único. Es sólo la punta del iceberg pues hay muchos otros medicamentos que se dificulta su acceso, mediante normativas y un cuerpo de Inspectores revisando caso a caso, con limitaciones al acceso justificadas en algún caso y en otros no tanto.
La partida continúa, y no pinta bien para el decisor político, pues tendrá que saber hacer los movimientos adecuados y desde una visión estratégica para evitar que en España siga saliendo, en algunos estudios que circulan por ahí, como a la cola mundial del acceso a fármacos. Esperemos que sean pues buenos ajedrecistas, cuando además los otros jugadores, en su gran mayoría, aceptarían de buen grado dejar la partida en tablas y sumar esfuerzos. Y deseamos que no lleguen a pedir un “economista manco” como en su día lo hizo el Presidente norteamericano Harry S. Truman, por aquello de “In one hand and in another” (expresión similar a la nuestra “por un lado…pero por otro...”) No hay que olvidar nunca que toda decisión en economía puede tener efectos en diferentes direcciones.


Antonio Burgueño Jerez



lunes, 3 de marzo de 2014

EN DEFENSA DE LA SANIDAD PUBLICA: LA EXTERNALIZACION DEBE SEGUIR SIENDO UNA ALTERNATIVA

(Publicado en Sanifax, 3 de marzo 2014)

En días pasados, el Gobierno de la Comunidad de Madrid entregaba las insignias sanitarias de Oro y Plata a unos 500 profesionales de la sanidad madrileña en reconocimiento a los servicios prestados durante su larga trayectoria profesional (30 años en algunos casos). Llamaba la atención que en aquel acto alguno de los galardonados llevaran camisetas reivindicando la Sanidad Pública. No queriendo darle más relevancia al hecho de mal gusto y muy en la línea de los premio Goya, me sirve de excusa para unirme a esa reivindicación: Yo también defiendo la sanidad pública.

Me explico. Todos deseamos una sanidad pública con todo lo que ello conlleva. La sanidad pública es de todos, y nadie en su sano juicio quiere cargársela. Yo no conozco a nadie, ni loco ni cuerdo. Por eso en mi reivindicación está que todos luchemos por ella, que esto no sea patrimonio de nadie, que todos luchemos por hacerla mejor cada día, lo que incluye a las empresas y a los profesionales que para ella trabajan. Reivindico, por tanto, el papel de defensa de la sanidad pública también a las empresas que hacen posible la misma, y a todos sus profesionales. Porque la externalización de servicios sanitarios, no tiene nada que ver con el carácter público del servicio, que nunca se pierde.
Siempre he defendido, y defenderé, que la gestión empresarial de la sanidad pública tiene que saber ganarse su sitio allá donde quiere implantarse, igual que lo hicimos en Alzira hace 17 años, y se ha repetido en otros tantos sitios. Sobre todo porque los proyectos que suponen innovación y cambio tienen que saber ganarse apoyos y las posiciones opuestas a la externalización, en gran parte interesadas y fruto de una lastimosa politización de la alternativa, tienden a desvirtuarlo y aún más demonizarlo.
La verdad es que muchos se preguntan si la externalización es hoy un camino muerto. Lejos de ello es una la mejor opción en no pocos casos. Porque los profesionales necesitan otro marco de desarrollo profesional, porque hay que lograr eficiencias que difícilmente se encuentran en un marco inflexible como es el de la gestión pública, porque los actores privados también son parte del sistema y sus profesionales ciudadanos que trabajan por una mejor sociedad, porque la innovación requiere de  flexibilidad y adaptabilidad, etc.
Pero no hay fórmulas magistrales, siempre defenderé también que la colaboración empresarial tiene que reinventarse cada día, adaptarse a cada caso y momento, huyendo de modelizaciones que ayudan pero encorsetan al final, pues la empresa que triunfa se reinventa cada día y aún más reinventa su entorno. No permanece pasiva ante los cambios. Y el margen de reinvención es muchísimo, tanto como la ilimitada capacidad del hombre de cuestionarse las cosas para seguir mejorando día a día. ¿Exagero? No Creo. ¿Sueño? Tal vez, aunque más humildemente, como lo hacía Steve Jobs que quiso cambiar el mundo, y lo hizo. Así se lo planteó a John Sculley, ejecutivo de Pepsi que quería fichar en los inicios de Apple: "¿Quieres vender bebida carbonatada toda la vida o cambiar el mundo?". Como todo el mundo sabe, fichó por Apple, y se ilusionó en el reto de cambiar el mundo. Porque la práctica totalidad de los mortales desean que les den motivos para ilusionarse, lo que incluye a los profesionales sanitarios, evidentemente.
Una cuestión a no olvidar, clave del éxito: La población viene reclamando sentir que sus servicios sanitarios más cercanos, y le preocupa que los mismos queden en manos de empresas que pueden sentir lejanas (fondos de inversión extranjeros, por ejemplo). Es un miedo a todas luces legítimo, más allá del fundamento objetivo que el mismo pueda tener o no. Y hay que contemplarlo y reducirlo sabiendo darle una visión localista de los servicios sanitarios y haciendo un esfuerzo por integrarlos en la sociedad a la cual va a prestar sus servicios. ¿Por qué no pensar en abrir el capital social a los profesionales, ciudadanos en general, empresas de la zona o a los Ayuntamientos?. Cabe recordar que el pliego de Madrid obligaba a ofertar participaciones a los profesionales, buscando dar este paso de integración. A modo de ejemplo, en Finlandia hay por ley en torno a 20 Joint Municipal Authitorities administrando hospitales  de distrito, además de ser la atención primaria responsabilidad de los Ayuntamientos. Suponen el 95% de la atención hospitalaria en el País. Los Hospitales de Pirkanmaa, Helsinki-Uusimaa o el Hospital de Vassa son tres buenos ejemplos. Las empresas de gestión de servicios sanitarios aportan valor por su "saber hacer" y  no tanto por la inversión en el edificio y en el equipamiento que lastra su capacidad de crecimiento con la pesada losa del inmovilizado a amortizar.

En definitiva, hay que saber ser creativos e inteligentes cara a planteamientos de colaboración empresarial para la prestación de servicios públicos, porque el marco público es incapaz de adaptarse a una realidad social y sanitaria cada vez más cambiante. Cómo diría Ramón y Cajal, avancemos haciendo las preguntas adecuadas y buscando las respuestas a las mismas. Rompamos  esquemas y reinventémosla una y otra vez. Sin perder el fin que tiene: Hacer la mejor gestión posible de la prestación de servicios públicos. Quedarnos inmóviles no es una opción. Hagámoslo en defensa de la Sanidad Pública. 

Antonio Burgueño Jerez

domingo, 2 de diciembre de 2012

Deliberaciones en torno al problema de la realidad formativa y el empleo... Oportunidades y oportunidad del sector sanitario.


Los datos que nos está ofreciendo el I.N.E.[i] son desoladores, la situación es la siguiente:

Activos
23.098,4
- Ocupados
17.320,3
- Parados
5.778,1

En principio los datos en si mismo nos muestran una situación muy crítica con casi 6 millones de parados, pero si desglosamos los mismos:

AMBOS SEXOS
 
5.778,1
De 16 a 19 años
241,6
De 20 a 24 años
728,6
De 25 a 54 años
4.304,0
De 55 años y más
503,9
HOMBRES
 
3.103,3
De 16 a 19 años
133,2
De 20 a 24 años
389,8
De 25 a 54 años
2.291,1
De 55 años y más
289,2
MUJERES
 
2.674,7
De 16 a 19 años
108,4
De 20 a 24 años
338,8
De 25 a 54 años
2.012,8
De 55 años y más
214,7
TOTAL  PARADOS
 
5.778,1
Agricultura
298,4
Industria
309,1
Construcción
405,8
Servicios
1.637,4
Perdieron su empleo hace más de 1 año
2.576,1
Buscan primer empleo
551,3

 

Lo primero que vamos a observar es que la población comprendida entre 16 y 24 años supone el 17%, además hay un 45 % que lleva mas de un año en paro.

¿Qué se puede hacer para intentar cambiar esta situación?

En primer lugar hay que tomar medidas urgentes que incrementen la actividad económica pero esto no será suficiente porque la población en paro no se encuentra en situación de enfrentarse a nuevas actividades laborales. Esto es debido a que la burbuja inmobiliaria desplazo a muchos jóvenes que estaban en periodo de educación a trabajar en la construcción incentivados por los elevados sueldos que se pagaban. El sector construcción en este momento supone el 7 % de la población parada y es el primero al que se debe reciclar para que pueda ser “empleable” en otro sector ya que no se van a volver a dar tasas de construcción similares.
El Gobierno debe fomentar planes de formación para que aquellas empresas que tienen perspectivas de crecimiento a medio plazo puedan asumir esa formación subvencionada de forma que, además de asegurarse empleados que estén preparados e integrados en la empresa, el coste de relevo será mínimo. Es mas, la generación denominada “ni-ni” que tanto se menciona últimamente, debe empezar a formarse ya que las empresas sufrirán unos desfases temporales de conocimiento muy grandes entre los empleados que van envejeciendo y la generación que debe sustituirlos.
¿Es malo que nuestros jóvenes estudiantes emigren? No necesariamente. Debemos ser lo suficientemente inteligentes para intentar repatriar a éstos con políticas de incentivación de contratación en los sectores mas estratégicos con la ventaja añadida de que ya estarán entrenados.
Finalmente, ¿Que sectores debemos promocionar? Si queremos reducir el paro deberemos ir a aquellos que sean intensivos en mano de obra. El sector mas intensivo en mano de obra es el de servicios. En este sector España es, precisamente un potencia mundial, liderando el mismo el Turismo y a continuación un sector que está en plena eclosión como es el sanitario. Debemos reforzar nuestra situación en ambos con políticas de fomento de la calidad y de la innovación con un objetivo claro que es intentar ser la Florida de Europa. Evidentemente no hay que descuidar el sector industrial pero una gran inversión y fomento de un proyecto como puede ser la fabricación de coches eléctricos solo disminuiría el paro en, aproximadamente, 2 ó 3 mil personas.
La sanidad es una industria que mueve miles de millones al año, supone aproximadamente el 8,5 % del P.I.B., y una gestión enfocada a potenciarla incrementando su capacidad de atracción más allá de nuestras fronteras, generando ingresos que ayuden a soportarla, logrará soportar y rentabilizar el esfuerzo que hacemos como sociedad para tener la sanidad que tanto nos gusta. Además, el incremento de ingresos por actividad privada permitirá obtener economías de escala en la parte pública dando mayor sostenibilidad al sistema.
El problema de la insostenibilidad de la sanidad hoy es más una cuestión de ingresos que de gastos. Y ese cambio de mentalidad, que supere la miopía del prestador público, requiere de profesionales de la gestión en el marco adecuado. En un marco que permita la aplicación de la ciencias del management. La gestión pública está demasiado limitada para ello. Haciendo un símil, no se puede hacer cirugía cardíaca en un consultorio, ni tampoco hacerla el médico de familia.
Los poderes públicos deben fomentar la formación en todos aquellos sectores que refuerzan la marca España y que, a pesar de que nuestro ánimo esté muy bajo, son y deben seguir siendo un referente mundial.
Antonio Burgueño Jerez y Francisco Álvarez Rodríguez
Patronos Fundacion Pro Humanismo y Eficiencia en la Sanidad

[i] Encuesta de Población Activa, 3T de 2012

domingo, 30 de septiembre de 2012

EL VIAJE HACIA EL HUMANISMO PRACTICO DESDE LA GENERACION DE CONFIANZA La construcción de una idea


Después de un fin de semana precioso por la Marina Alta Valenciana, se siente uno más despejado para compartir con vosotros una reflexión, un domingo más.
Esta reflexión es, claramente, la continuación de la de la semana pasada. Hay momentos que uno se siente con la necesidad de recapitular. Después de más de una década de avances en el estudio en el campo del humanismo, de investigar para encontrar las claves que lo permitan hacerlo práctico y aplicación de todo ello en experiencias prácticas, así como un esfuerzo constante por compartir las reflexiones, entiendo que es  momento para ello.
 Todo empezó a finales de los 90. Andaba por tierras Valencianas trabajamos en un proyecto ilusionante que se convirtió en Modelo con el tiempo: el proyecto del hospital de Alzira. Paralelamente, daba clases en la antigua IVESP, ahora EVES, escuela de formación de la Generalitat Valenciana, sobre temas de comunicación interna, motivación, comunicación externa, calidad, etc.
En ese tiempo me rondaba una serie de preguntas que no lograba responder y que me ha llevado a apasionaremos en busca de su respuesta: ¿Qué es exactamente el humanismo? ¿Tiene un papel práctico en la realidad Sanitaria actual?, consecuentemente, y en caso de que así sea... ¿Qué hacer para logra quede traduzca en una realidad?
Dichos interrogantes llevaron a un planteamiento del humanismo dede el punto de vista de la gestión, que conllevaba un trabajo hacia el interior de la organización (dirección estratégica, gestión de lso recursos humanos, gestión de la calidad..) y un esfuerzo de entendimiento con los pacientes basado en la comunicación, tanto a nivel interpersonal como organizacional).
Dichos planteamientos convergieron en un Master de Gestión para la humanización de las organizaciones en el IVESP, apoyado por el CEU. Master que estuvo vigente durante aldunos años.
De él surgió un grupo de profesionales que, dado su altura intelectual y profesional, nos llevó años más tarde a la propuesta y puesta en marcha del Plan de Humanización de la Comunidad Valenciana, presentado públicamente por el entonces presidente D. Eduardo Zaplana.
Mi vuelta a Madrid, allá por el año 2001, y ya en calidad de consultor, me llevó a trabajar en dos direcciones fundamentalmente:
- Impulsar la puesta en marcha de proyectos basados en el humanismo a diferentes administraciones
     - Seguir estudiando y trabajando la conceptualización de un modelo humanista práctico en el entorno sanitario del Siglo XXI.

En la línea del impulso de proyectos, destacar por anecdótico la reunión que pude mantener con D. Juan José Bestard, el cual retomó la reflexión de las aportaciones que sobre Laín Entralgo debatimos en su despacho y que culminaron en darle ese nombre  a la Agencia Formativa de la Comunidad de Madrid. Confieso que en aquel momento me frustró no acompañar a esa decisión un programa en la línea humanista. Mi propuesta venía basada en que la propia LOSCAM recoge el humanismo entre los principios del Sistema sanitario Madrileño. El tiempo me ha dejado ver que, sin duda, todo tiene su momento y sus pasos, y con ello a la comprensión de la necesaria evolución de la aportación del humanismo a la sanidad.
Para aquel momento, y en la línea de conceptualización del humanismo práctico, un punto de inflexión fue la lectura del libro de Lain Entralgo "El médico". Salvando las distancias, decía Ramón y Cajal que el investigador debe contar con el azar, o la suerte que dirían otros. Su lectura me aporto el enfoque adecuado, o la clave, pues supuso el inicio de un camino de reflexión que cada día entiendo más solidificado.

En su libro, don Pedro afirma que el médico que cuenta con la confianza el paciente es, en sí mismo, terapia, mucho antes de la anamnesis y, por supuesto, mucho antes del diagnóstico. Y para lograr dicha confianza requiere tanto de sus habilidades y conocimientos técnicos como las humanas.

A partir de ese momento, todas mis pesquisas y esfuerzos han sido dirigidas en la dirección  de entender, desglosar y mejorar la confianza, sin olvidar profundizar en el propio concepto humanista, sin duda muy difuso y sujeto a múltiples significados por tanto.
 Otro hito importante fue la realización de un seminario sobre la gestión de la confianza y el humanismo en la Universidad Católica de Murcia. El entonces rector me realizó una pregunta a priori fácil de contestar pero con “mucha miga”.  ¿Está el humanismo como lo planteas alineado con los planteamientos de la Iglesia Católica? Mi respuesta inicial fue que sí, que no podía ser de otra manera entendiendo que la generación de confianza se basa en los valores humanis, que están en la esencia del propio cristianismo. Confieso que me despertó mucha preguntas que me propuse ir resolviendo, tanto que topé con la encíclica Centessimus Annus, de Juan Pablo II, que aboga por la necesaria humanización de las organizaciones humanas. Desde mi consultora mandamos carta a Joaquín Navarro Vals, por entonces portavoz del Vaticano,  con presentación de nuestros planteamientos. La sorpresa fue que hubo respuesta: nos comunicaba su gratitud y nos animaba a seguir trabajando en esa línea. Documento curioso que está guardado en el anecdotario.
Al margen de diferentes tribunas y otras acciones (todas ellas constructivas, pero que su relato alargarían en demasía esta reflexión) El proyecto donde mayor desarrollo y aplicación han tenido los planteamientos humanistas basados en la confianza ha sido, sin duda, el llevado a cabo en el Departamento de Salud de Vinalopó (Elche)  el año pasado. Se centró en el área de urgencias, que incluía tanto el hospital como los centros de salud. Resumidamente, el objetivo del mismo era medir la confianza de los pacientes en dicho servicio y, posteriormente, proceder a intervenir mediante un proyecto integrado de comunicación interna y de formación para lograr mejorar en los aspectos clave. Una vez realizada la intervención se procedió a una nueva medición, con resultados notables (ver http://fundacionhumanizacion.blogspot.com.es/2012/05/el-humanismo-practico-un-caso-de-exito.html )

Pasado un año desde aquella experiencia, dicho proyecto vuelve a estar encima de la mesa por dos motivos:

Esta semana, dicho proyecto va a ser presentado en el congreso europeo de urgencias que se celebra en Turquía, de la mano del equipo de urgencias.

En estas semanas estamos con la puesta en marcha de un proyecto de urgencias, que puede y debe ser considerado como la continuación del anterior, con un mayor calado desde el punto de vista de la eficiencia, tocando aspectos como la seguridad al paciente, análisis y mejora del proceso asistencial, sin olvidar la formación y la comunicación en todas sus vertientes. Todo el en un marco de trabajo conjunto en tres concesiones (Torrevieja, Vinalopó y Torrejón)

En definitiva, Humanismo y eficiencia en la práctica. Pero esto es otra historia...que bien merece su propia reflexión.
 




Antonio Burgueño Jerez
Jefe de Desarrollo de Negocio y Calidad Concesiones Ribera Salud
Patrono Fundación Pro Humanismo y Eficiencia





domingo, 12 de agosto de 2012

LA GESTIÓN DE LA INCOMUNICACIÓN EN ORGANIZACIONES SANITARIAS; FACTOR GENERADOR DE CONFIANZA.


Desde que era muy pequeño tuve un especial interés en poder conocer, analizar y comprender, los elementos que intervienen en el proceso de comunicación verbal y no verbal entre las personas. Fruto de ese entusiasmo por el conocimiento, con 18 años decidí estudiar la Licenciatura de Publicidad y Relaciones Públicas y unos años más tarde la Licenciatura de Investigación y Técnicas de Mercado. Descubrir las particularidades del ser humano en su dimensión individual y en el contexto social me sigue pareciendo apasionante. Somos seres sociales llenos de elementos que nos definen como seres únicos.

Evidentemente, dentro de esta dicotomía había un aspecto del que hablábamos poco y sin duda era tremendamente interesante. Si estudiamos la comunicación entre personas, organizaciones, colectivos, por qué no analizamos el proceso de incomunicación que en muchas ocasiones aparece en dicho proceso. Pues eso hice.

Podemos focalizar nuestro análisis en cualquier sector empresarial. Yo he preferido centrarme en el sector sanitario, donde trabajo actualmente. Voy a desarrollarlo brevemente con algunos ejemplos cotidianos.

Éstos son los 5 casos de incomunicación más habituales en una organización sanitaria:

*      Cuando acuden a nuestro centro pacientes que desconocen nuestro idioma, y por lo tanto, no podemos comprender al 100% la complejidad de sus necesidades, sus emociones, prejuicios y experiencias anteriores. Muchas compañías apuestan por la figura de intérpretes que faciliten la comunicación entre el profesional y el paciente, o el teléfono de información de idiomas que facilitan algunas administraciones en España. Si el intérprete es del país de origen del paciente, mucho mejor. Elemento clave de confianza cuando hablan el mismo dialecto.
*      Pacientes que tienen una discapacidad física que les limita en su diálogo o en la interactividad con el personal sanitario. Situaciones donde el paciente tiene sordera, ceguera o en la que alguno de estos sentidos se encuentra muy limitado. Muchos centros sanitarios han resuelto esta carencia del paciente, contratando personal de apoyo que acompaña al paciente durante su estancia en el centro, o incluso personas que conocen el lenguaje de signos, en profundidad. Es necesario reflejar que muchos de estos pacientes que acuden a nosotros, no tenían esta discapacidad cuando nacieron, por tanto, debemos realizar un mayor esfuerzo con ellos. Son personas enormemente sensibles.
*      Cuando la señalización de ubicación de consultas externas, zonas de pruebas, etc, no ayuda al paciente a moverse con facilidad por nuestras instalaciones. Puede deberse a una mala planificación por parte de la compañía, que debe ser resuelta con celeridad. Puede dañar la imagen de la institución. Los hospitales de nueva creación han resuelto bastante bien este punto.
*      Factor cultural y religioso. Cada vez, recibimos más pacientes extranjeros y ello conlleva muchas veces que sean personas de diversas creencias religiosas. Cada religión con su particularidad. En este punto, la figura del Trabajador Social es un elemento integrador clave entre el paciente y los servicios del centro sanitario, ya que será conocedor de la historia de vida y necesidades de la persona.
*      El quinto punto es especialmente importante. Aquí somos responsables los profesionales sanitarios que debemos adaptar nuestro mensaje al usuario de la sanidad que tenemos a nuestro lado, buscar esa cercanía, esa comprensión que nos facilite poder empatizar, huyendo en ocasiones de complejos tecnicismos que puedan poner nervioso al paciente, incluso provocándole desconfianza. Una mala gestión en este punto puede provocar que el paciente busque soluciones en profesionales de otros centros sanitarios.

Todos hemos vivido situaciones así en nuestra vida.

 
Adecuar nuestro lenguaje, nuestros mensajes, y todos los elementos que participan en la comunicación con los pacientes, es una necesidad y una obligación que tenemos los profesionales. La Dirección de cualquier compañía debe planificar de forma activa este punto y facilitar una excelente formación de sus profesionales en estos aspectos. Lo conseguiremos si nuestro punto de partida es la escucha activa preguntando el cómo y qué necesita ese ciudadano que acude a nosotros.

Trabajar en equipo entendiendo la comunicación y la incomunicación que aparece en nuestro día a día, es el factor decisivo para la gestión de la confianza con los pacientes.

Somos personas que trabajamos para personas.

Vicente Cervera de Rosa
Técnico de Comunicación y Marketing del Hospital de Torrejón.

domingo, 29 de julio de 2012

¿Sanidad Universal?


El cambio sustancial se produjo con la mera lectura del R.D. 63/1995, de 20 de enero, sobre ordenación de prestaciones sanitarias del Sistema Nacional de Salud, ya desde su Exposición de Motivos, donde textualmente dice:
 
“A) La universalidad del derecho a la asistencia sanitaria en todos los casos de pérdida de la salud.
 
B)...la garantía de la igualdad sustancial de toda la población en cuanto a las prestaciones sanitarias y a la inexistencia de cualquier tipo de discriminación en el acceso, administración y régimen de prestación de los servicios sanitarios.”
 
 
Desde el punto de vista jurídico, con la Ley General de Sanidad, la asistencia sanitaria deja de ser una prestación contributiva del Sistema de Seguridad Social para convertirse en un derecho de todos los ciudadanos residentes en España.
 
Los servicios sanitarios resultan imprescindibles para dar respuesta a los problemas de salud de la colectividad, pues consiguen atenuar los perjuicios de las enfermedades y permiten que se pueda recobrar la salud perdida y mejorar la calidad de vida de las personas enfermas. Pero me pregunto si realmente existe una cobertura ¿universal?
 
 Acabamos de ver como se ha disminuido la prestaciones en medicamentos para los pacientes, se han eliminado fármacos imprescindibles, afectando más a los pacientes crónicos e inmovilizados. Ejemplo de ellos están los conocidos Omeprazol, Fortasec, Almax, Voltaren, Inacid, numerosas presentaciones de Acetilcisteina y Mucosan, entre otros. Y me vuelvo a preguntar ¿Universalidad?
 
Seguimos viendo recortes dentro del sistema sanitario, ley de dependencia.
 
La Ley de la Dependencia introdujo la figura del cuidador familiar, al que el Estado incluye en la Seguridad Social y le paga las cuotas. Además, según el grado de dependencia de la persona con discapacidad al que cuida, se le asigna una prestación monetaria mensual, que puede ser en torno a los cuatrocientos euros.
 
En la actualidad, aluden que la ley de dependencia no ha creado empleo de cuidadores profesionales, sino que el dinero se lo administraba a las propias familias. Para ello, han modificado (y personalmente de una manera correcta) unos requisitos que deben de cumplirse para conseguir la ayuda prestada. Son las siguientes:
 
- Aportar documentación y reunir condiciones.
- Acreditar la convivencia con el dependiente.
- Compromiso de estar dispuesto a recibir la formación que le ofrezca la Administración.
- Acreditar un horario de trabajo compatible con el cuidado de la persona dependiente.
- Compromiso de permitir el acceso al domicilio de los servicios sociales de la Administración, para hacer el correspondiente seguimiento. 
 
Pero hay una parte donde ya han tocado el buen camino que llevaban y ha sido prolongar el tiempo de resolver casos de 6 meses a dos años. Esto conlleva a que la gran mayoría fallezca antes de tener la ayuda que realmente necesitan. Vuelvo a preguntarme ¿Universalidad?
 
 Realmente creo que en muy pocos años vamos a dejar de ser ese País donde la Sanidad era envidiada por todos los países. Tenemos la obligación de ser conscientes de nuestra situación económica y ser profesionales eficientes, conseguir los mayores beneficios al menor coste posible. Pero siempre de una forma correcta. Los modelos de gestión pública en muchas ocasiones se encuentran inmersos en agujeros negros donde se pierden mucho dinero, dinero de todos. Se debe promover un cambio en la gestión que permita utilizar los recursos necesarios para abordar la Sanidad Española de la forma más sana posible. No podemos permitir que los recortes afecten a la pérdida del estado del bienestar.
 
¿Seguimos recortando en servicios y prestaciones? O ¿nos ponemos a gestionar de una manera eficaz nuestro valioso sistema sanitario?
 
Bibliografía
  • El derecho a la asistencia sanitaria en España dentro de territorio nacional: regulación, sistema de financiación y administraciones competentes [Internet] España. M. ª Pilar González de las Heras 2004. [Consultado el 17 de julio de 2012] Disponible en:

Pedro José Soriano Martin Enfermero de Atención continuada en departamento Vinalopó Salud.