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domingo, 5 de agosto de 2012

NO NOS CONFUNDAMOS: LA UNIVERSALIDAD NO ES “BARRA LIBRE”



Querido amigo Pedro
Has abierto con tu REFLEXIÓN un debate en el blog que está muy de actualidad dada la situación económica actual y las decisiones políticas que se vienen tomando.
La protección social en España es una conquista social de hace muchos años. No creo que nadie discuta ni se quiera plantear hoy en día que esto es un valor de nuestra nación que hay que defender. Y viene desde el franquismo, pues es en ese periodo de nuestra historia donde se crea la protección sanitaria a los trabajadores, y con ello las grandes ciudades sanitarias, y se funcionariza a los profesionales, entre otras cosas.
Pero la protección social tiene muchas vertientes que van desde la cobertura en caso de desempleo, jubilación, asistencia sanitaria en caso de necesidad, atención a los mayores, dependencia, etc.
El problema no es de filosofía o creencias, como a veces se quiere hacer pensar. El problema es una cuestión financiera de mantenimiento de un sistema sanitario que difícilmente se sostenía hace ya más de 30 años. Cabe recordar aquí el informe Abril, que ya quería plantear soluciones a esta agonía.
Pero ese era un problema que nadie quería sacar a luz pública pero que en privado todos los políticos y profesionales sabían que estaba ahí. Pero como todos tenían responsabilidad sobre el mismo en uno u otro sitio de nuestra geografía, y como la economía permitía taparlo, íbamos tirando.
El problema es que ahora no se puede tapar y que las decisiones de eficiencia deben tomarse, pero que hay que hacer cirugía porque si no el enfermo se muere. Por otra parte, dada la cultura de nuestro país, estoy llegando a pensar que tal vez la presión económica sea el gran motivante para trabajar en eficiencia. Vamos, “que nos pongamos las pilas”, como se dice vulgarmente.
Durante más de diez años he sido consultor sanitario. Creeme Pedro, la idea general era no tocar nada pues funciona, y no se asumían riesgos para la mejora de la eficiencia. Casos excepcionales los hay, claro. Gracias a los cuales hoy estamos un poco mejor.
Y dirás que donde está la Universalidad en mi reflexión. En todo ello. La universalidad no debió ser nunca interpretada como “de todo para todos”. Porque eso no es socialmente justo. El derecho a la asistencia sanitaria es un derecho fundamental para los españoles. Insisto, para los españoles, no para todo el universo. Esto es importante, pues al margen del factor humano y la ética profesional, la realidad es que un sistema sanitario que trabaje desde el rigor, debe dejar claro quiénes son sus beneficiarios y descartar a los que  no lo sean, por justicia social. Y para atender a aquellos que no entran dentro de ese universo de españoles y, si hay un problema humanitario, deben instrumentarse otras vías de atención o de financiación de esa actividad (asociaciones, fundaciones, ONG´S…). “No mezclando las churras con las merinas”
Llevo muchos oyendo lo mismo. La salud no es un negocio (eslogan muy bien pensado para los intereses que pretende,  por cierto).  Y estoy completamente de acuerdo. Otra cosa es la sanidad. Sin dinero no hay sanidad. Nos pongamos como nos pongamos. Y los recursos son siempre escasos, y deben ser bien utilizados, con crisis o sin ellas. Y partir de una universalidad eficiente es fundamental.
Hablas de la dependencia. Durante unos años he trabajado la asistencia social, poniendo en marcha servicios y residencias para la tercera edad allí donde más falta hace: en los pueblos. He visto mucho fraude Pedro. Y muchas “burradas”. He peleado personalmente porque algunas personas que si necesitaban protección la tuvieran. El sistema de protección social está muy lejos de ser justo, y mucho menos eficiente. Este es un largo debate que si te interesa lo pondremos encima de la mesa.
La ley de dependencia fue un fraude social, una estafa, pues nos vendieron algo muy bonito pero que no estaba respaldado por presupuestos, por dinero. Y sin dinero no hay nada que hacer. Salvo que encuentres  gente que quiera trabajar gratis y proveedores de materiales, equipos, etc que no quieran cobrar.
El gran avance de aquella ley, como tu apuntabas, era que se pagaba dinero a los cuidadores de los dependientes. No lo entiendo y eso no puede funcionar. No hay ser humano que aguante 24 horas  al día, 7 días a la semana y 365 días atendiendo a un dependiente. Entraríamos en la necesidad de cuidar al cuidador. Y tampoco creo que sea la mejor atención que se les pueda dar a nuestros dependientes.
Pero ese es otro debate, pero mi reflexión en este aspecto está basado por pelear soluciones a casos reales que venían a buscar mi ayuda y apoyo. Algo que me llenaba de orgullo y satisfacción interior, por cierto.
Un abrazo amigo

Antonio Burgueño Jerez, Jefe de Desarrollo y calidad de Ribera Salud. Patrono Fundación Humanismo y Eficiencia

domingo, 29 de julio de 2012

¿Sanidad Universal?


El cambio sustancial se produjo con la mera lectura del R.D. 63/1995, de 20 de enero, sobre ordenación de prestaciones sanitarias del Sistema Nacional de Salud, ya desde su Exposición de Motivos, donde textualmente dice:
 
“A) La universalidad del derecho a la asistencia sanitaria en todos los casos de pérdida de la salud.
 
B)...la garantía de la igualdad sustancial de toda la población en cuanto a las prestaciones sanitarias y a la inexistencia de cualquier tipo de discriminación en el acceso, administración y régimen de prestación de los servicios sanitarios.”
 
 
Desde el punto de vista jurídico, con la Ley General de Sanidad, la asistencia sanitaria deja de ser una prestación contributiva del Sistema de Seguridad Social para convertirse en un derecho de todos los ciudadanos residentes en España.
 
Los servicios sanitarios resultan imprescindibles para dar respuesta a los problemas de salud de la colectividad, pues consiguen atenuar los perjuicios de las enfermedades y permiten que se pueda recobrar la salud perdida y mejorar la calidad de vida de las personas enfermas. Pero me pregunto si realmente existe una cobertura ¿universal?
 
 Acabamos de ver como se ha disminuido la prestaciones en medicamentos para los pacientes, se han eliminado fármacos imprescindibles, afectando más a los pacientes crónicos e inmovilizados. Ejemplo de ellos están los conocidos Omeprazol, Fortasec, Almax, Voltaren, Inacid, numerosas presentaciones de Acetilcisteina y Mucosan, entre otros. Y me vuelvo a preguntar ¿Universalidad?
 
Seguimos viendo recortes dentro del sistema sanitario, ley de dependencia.
 
La Ley de la Dependencia introdujo la figura del cuidador familiar, al que el Estado incluye en la Seguridad Social y le paga las cuotas. Además, según el grado de dependencia de la persona con discapacidad al que cuida, se le asigna una prestación monetaria mensual, que puede ser en torno a los cuatrocientos euros.
 
En la actualidad, aluden que la ley de dependencia no ha creado empleo de cuidadores profesionales, sino que el dinero se lo administraba a las propias familias. Para ello, han modificado (y personalmente de una manera correcta) unos requisitos que deben de cumplirse para conseguir la ayuda prestada. Son las siguientes:
 
- Aportar documentación y reunir condiciones.
- Acreditar la convivencia con el dependiente.
- Compromiso de estar dispuesto a recibir la formación que le ofrezca la Administración.
- Acreditar un horario de trabajo compatible con el cuidado de la persona dependiente.
- Compromiso de permitir el acceso al domicilio de los servicios sociales de la Administración, para hacer el correspondiente seguimiento. 
 
Pero hay una parte donde ya han tocado el buen camino que llevaban y ha sido prolongar el tiempo de resolver casos de 6 meses a dos años. Esto conlleva a que la gran mayoría fallezca antes de tener la ayuda que realmente necesitan. Vuelvo a preguntarme ¿Universalidad?
 
 Realmente creo que en muy pocos años vamos a dejar de ser ese País donde la Sanidad era envidiada por todos los países. Tenemos la obligación de ser conscientes de nuestra situación económica y ser profesionales eficientes, conseguir los mayores beneficios al menor coste posible. Pero siempre de una forma correcta. Los modelos de gestión pública en muchas ocasiones se encuentran inmersos en agujeros negros donde se pierden mucho dinero, dinero de todos. Se debe promover un cambio en la gestión que permita utilizar los recursos necesarios para abordar la Sanidad Española de la forma más sana posible. No podemos permitir que los recortes afecten a la pérdida del estado del bienestar.
 
¿Seguimos recortando en servicios y prestaciones? O ¿nos ponemos a gestionar de una manera eficaz nuestro valioso sistema sanitario?
 
Bibliografía
  • El derecho a la asistencia sanitaria en España dentro de territorio nacional: regulación, sistema de financiación y administraciones competentes [Internet] España. M. ª Pilar González de las Heras 2004. [Consultado el 17 de julio de 2012] Disponible en:

Pedro José Soriano Martin Enfermero de Atención continuada en departamento Vinalopó Salud.