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lunes, 2 de diciembre de 2013

INTENTANDO ENTEDER EL ESPINOSO TEMA DE LOS RECURSOS HUMANOS EN SANIDAD: CUANTO MÁS… MENOS

Publicado en Sanifax, Lunes 2 de diciembre 2013

Cuanto más estudio sobre la cuestión de los recursos humanos menos entiendo. Y no es que esté saliendo de mi ignorancia, que también. Esto es de locos. Me explico.
Este tema sigue candente, y seguirá, pues es uno de esas cuestiones que, como se dice vulgarmente, “a ver quien le pone el cascabel al gato”… Esperemos que se lo pongamos entre todos porque si no vamos listos. De ahí mi insistencia en el asunto.
En cuanto a lo que se refiere a cuantía de “mano de obra”, hemos sabido este mes que la plantilla del Sistema Nacional de Salud ha alcanzado su menor cifra desde 2009, con un total de 483.000 empleos en julio de 2013 (en términos redondos), frente a los 505.000 de Enero de 2012. Esto parece coincidir con lo que viene reclamando la OMS a España, pues también se ha publicado que nos demandan un Plan Nacional de Recursos Humanos, bajo la hipótesis de que tenemos sobrecarga profesional con respecto al resto del mundo. Mientras que el mínimo está en 59,4 por 100.000 habitantes, en España estamos en 92,9. Un plan nacional, total nada, cuando cada autonomía tiene potestad para tomar decisiones en esta materia se me antoja complicado, si bien no imposible.
La OMS también concluye que tenemos un ratio enfermería-médico deficiente, en comparación con el resto del mundo. Es decir: debería haber 2,8 enfermeras por médico y tenemos 1,3. Ante ese dato, ¿qué ha ocurrido?, pues que alguien ha echado la cuenta de que nos faltan 108.000 enfermeros en España. Y se han quedado tan a gusto. Vamos por partes que aquí sí que me pierdo:
-          Me pregunto: ¿No puede ser que la causa sea que sobran médicos y no que falte enfermería? Pregunta para la reflexión y, sobre todo para estudiarlo con detenimiento.
-          ¿Es compatible dicha falta y los niveles asistenciales que se supone que tenemos en este país y que tanto presumimos? No vale la respuesta fácil de que tenemos unos enfermeros buenísimos, muy profesionales y muy comprometidos. No teniendo absolutamente ninguna duda de ello, los del resto del mundo considero que están, en términos generales, al menos a la altura de los nuestros.
-          Dicha carencia ¿Habla de lo modelos organizativos actuales o se hace bajo unos escenarios asistenciales en consonancia con los retos que ya están encima de la mesa? Y, en caso afirmativo, ¿bajo qué modelos?
A todo esto, leo también en diferentes medios que el sector reniega del modelo estatutario. Representantes de la OMC, de CESM, SEDISA, Comunidades Autónomas entienden que el marco legal ya ha cumplido su función.
Mientras tanto el Consejo asesor del Ministerio sigue trabajando en sus propuestas de Recursos Humanos. Buscando algo de luz, he necesitado releer el borrador de informe de dicha comisión publicado apenas hace dos meses, a modo de Libro Blanco y con la colaboración de la Universidad Rey Juan Carlos. No sé si he hecho bien, pues se incrementa mi caos mental: Reconociendo que ponen encima de la mesa cuestiones cruciales para afrontar el desafío de los recursos humanos, desde la perspectiva de las ciencias empresariales y de la dirección de empresas, que es la mía, no es concebible que haya que regular por ley cuestiones que son del ámbito de la gestión: Motivación del personal, trabajo en equipo, el sentido innovar, cercanía al paciente, responsabilidad ante los resultados, ética y valores, confianza, evaluación de competencias, comunicación médico-paciente, etc.
Es contraproducente a los principios más elementales de la buena gestión, que debe estar basada en el liderazgo y la participación.
Por otra parte, algunas de estas cuestiones son de índole del comportamiento personal en el trabajo. Otras son herramientas y aspectos que deben estar en el ADN de la gestión y que jamás debe imponerse a modo de normativa y, aún menos desde un Decreto Ley. Con todos los respetos: buenas intenciones, buenos planteamientos pero el camino es equivocado.
Todo ello es consecuencia de la politización de la gestión de las organizaciones sanitarias, que no de la Sanidad, pues la misma no deja de ser una cuestión política en su esencia. Y desde la política debe darse el marco adecuado. Nada más, y nada menos.
Si la política sale de ahí, de establecer marcos de desarrollo, nos encontramos con situaciones tan pintorescas como debates políticos sobre gestión clínica, la cual también ha estado en el candelero este mes. En este asunto estoy tremendamente perdido, lo reconozco. Compré en 1.997 un libro escrito en 1993, con planteamientos de gestión nacidos al menos 20 o 30 años antes titulados “gestión clínica Manual para médicos y enfermeras y personal sanitario”. Como curiosidad, me costó 3.350 pesetas. En el 2013 debe ser que ya no sirve, pues estamos retomando y reinventándola. Prometo reestudiarme el asunto, por aquello de ir buscando la luz del saber.

En fin, seguiremos hablando del tema de los Recursos Humanos, de las personas, pues es lo que somos. Asumo el riesgo de resultar pesado, pues a mí, como a otros muchos, nos preocupa sobremanera este tema. O “cogemos el toro por los cuernos”, con la responsabilidad y la seriedad que se merece o veo complicado sostener la sanidad en la que todos creemos: pública, universal, y sin tener que pagar directamente por su uso. Disculpen que no ponga “gratuita”, porque nada es gratis en esta vida.

Antonio Burgueño Jerez
burjerez@enclavesalud.es

2 comentarios:

  1. El sector sanitario español (especialmente el público) es de los pocos que habiendo incorporado una enorme y costosa tecnología ha seguido incrementando su intensidad en mano de obra.

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    1. Muy acertado tu comentario. La introducción de la tecnología requiere de cambios organizativos que difícilmente se producen. Quizás por eso se produce el efecto al que te refieres

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