(Publicado en Sanifax, lunes 17 de junio 2013)
Cuando algo se pone de moda corre
el riesgo de desvirtuarse. Y eso está pasando con la Colaboración Público
Privada. Soy un convencido de que la verdadera colaboración público privada
pasa por la proactividad de la industria sanitaria que conlleve aportar ideas y
soluciones a las Administraciones Publicas para lograr entre todos la
supervivencia de la sanidad pública.
Estamos ante un momento de la sanidad pública crítico. De
las decisiones que se tomen ahora va a depender la supervivencia de la misma a
medio plazo. No es objeto de esta tribuna entrar en ese asunto sobradamente
debatido.
Pero si cabe puntualizar una
reflexión: O entramos de lleno con valentía a una verdadera transformación de
la sanidad, o la misma puede entrar en parada técnica. Y debe ser una
transformación en la forma de organizarse y de prestarse el servicio. Se trata
de buscar e implantar modelos organizativos, eficiencias, modelos de desarrollo
profesional que de verdad sean satisfactorios para todas las partes y,
fundamentalmente, cambiar el paradigma.
Hay que dejar de pensar en
modelos de asistencia sanitaria que se centran más en lo curativo y pensar en modelos
de organizaciones prestadoras de servicios para la salud. Total nada. Tan sólo
un apunte para la reflexión: Lain Entralgo dijo que “quien acude al médico se
siente enfermo”. Como consecuencia, si tratamos a toda persona como paciente
empieza el contador del gasto a correr sin realmente aportarle beneficio al
paciente.
Hay que superar el debate manido
y hasta ahora infructuoso de lo social, lo sanitario, lo crónico…. Cada
día me cuesta más trazar la línea divisoria entre unos y otros.
La transformación sólo hay una forma de lograrla: se hacen buscando
ideas para solucionar los problemas, trabajando en cómo lograr que esas ideas
se lleven a buen puerto, que esas ideas cuenten con el apoyo necesario por
parte de aquellos que tiene que desarrollarlas.
No podemos pedir a la Administración
Pública que haga ella sola este ejercicio. Es injusto, además de técnicamente
inviable y antinatural. No tiene, ni debe tener, ni las estructuras ni el marco
para ello. La innovación es cuestión de involucración y responsabilidad por
parte de todos los actores. En otras palabras, la transformación de la
sanidad requiere de una innovación en
los planteamientos de organización y gestión fruto de una verdadera y
responsable colaboración público privada.
En palabras de Peter Drucker
(escritas en los años 70) “Saber promover y dirigir el cambio es una función de
las ciencias del management, el cual nace y se desarrolla en el mundo
empresarial, siendo la gestión pública una adaptación de la misma. La ciencia
empresarial es la que ha impulsado en el último siglo la organización
eficiente, pues la empresa constantemente ha tenido que adaptarse a su entorno
para su supervivencia, necesidad esta sólo sentida por la Administración
Pública esporádicamente”. El management
de la empresa privada es (o debería ser), en términos generales, mucho más
avanzado que el de la Administración Pública: lo lleva en su ADN.
Por lo tanto, las empresas del
sector sanitario (y no sólo los tradicionales denominados como “gestores
sanitarios”) deberían asumir en este momento su responsabilidad, salir
de su zona de confortabilidad y dar un paso adelante y empezar a ser proactivos,
buscando iniciativas y alternativas reales de trabajo conjunto con la
Administración Pública. Apostar por desarrollar los modelos organizativos
necesarios para cada circunstancia. Trabajando en innovación en management.
Sólo en ese caso podemos hablar
realmente de colaboración público privada. La ley lo permite, los gobiernos lo
agradecen y la sociedad lo necesita.
Antonio Burgueño Jerez
Socio Director
EnclaveSalud
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