(Publicado en Sanifax, 2 de febrero de 2015)
La cronicidad es sin duda el gran reto de la sanidad
para su supervivencia. No es objetivo de esta tribuna entrar en un profundo
análisis de la misma ni las posibles soluciones que se vienen apuntando y de
otras que se podrían plantear. Pero si quería pararme en las causas que producen
dichas enfermedades, conocidas como factores de riesgo, y que de alguna manera
se vienen trabajando por las diferentes Administraciones Públicas y actores
privados.
Trabajando estos dias un proyecto sobre esta esta
cuestión, y concretamente con la herramienta INCLASNS del Ministerio de
Sanidad, he elaborado una tabla a partir de los datos de la Encuesta Nacional de
Salud del 2011, donde se aportan datos sobre como afectan alguno de los
factores de riesgo más destacados, como son la obesidad (enfermedad en si misma
y claro factor de riesgo para otras), el sedentarismo y el consumo excesivo de
alcohol o tabaco.
Analizando la misma se me ocurren una serie de
conlusiones, en clave de humor y sin ningún rigor cientifico, que llevan detrás
de si un trasfondo serio: las costumbres sociales y las diferencias que en cada
región hay sobre dichos hábitos deben marcar el abordaje de la promoción de la
salud y las prioridades en cada ámbito geográfico. Espero sirvan para amenizar
la jornada durante unos minutos, pues esa es la intención.
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Parece que los
andaluces les gusta fumar bastante aunque no son los que mas beben. Se ve que
el tapeo por aquellas tierras es cosa de peso. Tal vez el buen tiempo reinante
invite a ello, y en terrazitas donde se puede fumar. Si parece que las tapas
son sustanciosas por el problema que tienen con el exceso de peso.
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En Aragón beben y
fuman bastante, lo que contradice en cierto modo la hipótesis anterior, pues
aquí el clima no acompaña tanto, sobre todo en el norte de la Comunidad. Si que
es cierto que luego compensan estos malos hábitos de alguna manera, porque su
problema con los kilos de más es menor. Tal vez la clave este en las tapas que
se toman, ya sea por menor cantidad o por ser más saludables.
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Los asturianos le
pegan bien a la sidra, y no me extraña, lo que les hace estar entre los más
bebedores de España. Eso si, lo compensan con un menor consumo de tabaco y con
el ejercicio. La orografia tendrá mucho que ver, supongo.
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Sus vecinos cántabros,
sin embargo, no beben tanto, pero eso si, todo apunta a que les gusta sentarse
a contemplar los maravillosos paisajes tanto de montaña como de mar que tienen.
Se mueven poco. El clima tampoco acompaña a ello. Lo que parece es que no
aprovechan esos ratos para el tapeo, cosa que apunta ser más del sur español.
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De los catalanes destaca
lo mucho que se cuidan, o al menos guardan bien la linea. Debe ser por comer
más equilibrado, pues tampoco destacan especialmente por ser muy activos. No
parece que el aperitivo les tire en demasía o si lo hacen es moderadamente, a
juzgar por los datos. Sin análisis más profundo no podemos sacar más
conclusiones.
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De los valencianos
destaca que les gusta fumar bastante, el resto están en linea con la media
nacional, aunque los paseos playeros y el clima les permite estar ligeramente
por debajo de la media en sedenterismo.
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Los extremeños
llevan bien lo de beber, pero tienen un problema con el sobrepeso, tal vez por
el buen jamón y otras viandas. Parece que no lo consumen tapeando, pues no beben
tanto, salvo que las tomen con refrescos, mostos o cerveza sin alcohol.
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Tampoco los
gallegos beben mucho a pesar de los “buenos caldos” que allí tienen, y fuman poco.
Entendemos que es cuestión del clima que no acompaña a salir mucho. Prefieren
estar más en casa comiendo (y muy bien), pues la buena cocina gallega ayuda, o
bien en los buenos restaurantes que por esa tierra abudan (“haberlos ahilos,
como las meigas”). La obesidad es la más alta del país. La hipótesis es que están
tirando de empanadas y productos similiares, tal vez también de buenas carnes,
pues no esta la cosa como para pensar que el marisco está en el menú habitual.
Proponemos profundizar en este asunto.
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Los madrileños
van dejando de fumar, bastante humo se traga uno ya diariamente en la capital
que supongo disminuye las ganas. De hecho son los que menos lo hacen en España.
Un poquito más activos que la media nacional y un poquito más estilizados
también. Estrés, carreras, largas distancias pueden explicar esto tal vez. Que
tampoco sean grandes bebedores es lógico, pues queda poco tiempo para los
amigos.
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Los murcianos son
tambien de los que menos beben en este pais. pero no se pueden determinar las
causas de porque hacen poco ejercicio. Vale que Murcia no es muy grande, y las
distancias cortas, pero eso no creemos que influya demasiado..o si.
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Los navarros
junto a los riojanos y a los melillenses son los que mas activos están, lo que
hace replantearse la teoria de las distancias cortas como causa de menor
actividad (lo digo por Melilla). Habrá que profundiazar en esto. Y más bien
destacan por beber poco. En Melilla lo puedo entender por los musulamanes, pero
choca en la Rioja y Navarra. Tal vez porque lo hagan con moderación y muy
repartido, o lo vean como un negocio y prefieran venderlo a bebérselo. Un
fenómeno sociológico este digno de ser estudiado. Eso si, tampoco son los que
tienen mayores problemas con el sobrepeso. Teniendo en cuenta lo bien que se
come por esas tierras, parece que lo compensan con mucho ejercicio y poco
sedentarismo.
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En Ceuta y Melilla
se fuma poco. En Ceuta hay correlacion entre el alto sedentarismo y el
sobrepeso, ambos muy altos, ocurriendo todo lo contrario en Melilla. La gran
comunidad musulmana y sus hábitos no parece que tenga relación con estos
parámetros.
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Y los vascos
beben muchos “txiquitos”, eso si, acompañados de buenos “pintxos. No hace falta
hacer un estudio para saber lo bien que se come por allí, en cantidad y
calidad, pero parece que el hecho de estar un poco por debajo en sedentarismo
con respecto a la media les hace estar cerca de la media en sobepeso.
En fin, que no todos somos iguales, que hay
diferencias regionales en costumbres, que unos hábitos se pueden compensar con
otros o potenciarse y que las polticas públicas pueden partir de un troco
comñun, pero el esfuerzo a realizar a cada factor de riesgo hay que adptarlo.
Este ejercicio de partir del conocimiento de la realidad social parte, por
cierto, de un enfoque humanista al ejercicio de la medicina y de la gestión de
la salud en general.
Antonio Burgueño Jerez
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