Logo

Logo
Mostrando entradas con la etiqueta gestión. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta gestión. Mostrar todas las entradas

domingo, 2 de septiembre de 2012

EL MEDICO, LA GESTION Y LOS GESTORES. ¿UN VIEJO DEBATE?


Tradicionalmente vivimos en Las organizaciones sanitarias una aparente difícil convivencia entre los clínicos y los gestores. Y digo aparente porque en realidad no existe contraposición entre los planteamientos de unos y otros. Entre otras cosas porque los clínicos tienen entre sus responsabilidades la correcta gestión de los recursos ante la toma de sus decisiones. Por lo tanto, no hay conflicto entre la correcta gestión de los recursos y la buena práctica asistencial.
Sólo de la colaboración y trabajo en equipo puede salir un mejor servicio eficiente al paciente. Ambos equipos profesionales están condenados a convivir y han de realizar un ejercicio de entendimiento que lleve a la generación de una confianza mutua, en primera instancia y, consecuentemente, en la organización.

Hay factores que dificultan el entendimiento, la comprensión de unos y otros. Uno de ellos es la difícil jerga que ambas profesiones utilizan, y que puede y debe verse superada.
La base de la reflexión de hoy está extraida del libro “Gestión clínica, Manual para médicos, enfermeras y personal sanitario, editorial Massón”, de Tony White. Quiero destacar, por su interés, dos preguntas que en elmismo se plantean:
- ¿Cómo pueden ayudar los médicos a los gestores? y
- ¿Cómo pueden ayudar los gestores a los médicos?
Las reflexiones consecuentes son, de manera resumida, las siguientes:
- Los gestores deben ayudar a los médicos a desarrollar su liderazgo, renunciando, aparentemente, en parte al suyo propio. Y digo aparentemente porque en realidad es una apuesta por el liderazgo servidor proclamado por Roberto K. Greenleaf. Es el único liderazgo posible ellos gestores en el entorno sanitario.
- En cualquier otra industria el liderazgo claro es de los gestores. Sin embargo, en este sector, ese liderazgo corresponde a los médicos. Hay que aplicar lo que podríamos denominar gestión inversa.
- El gestor debe:
- Crear organizaciones de trabajo innovadoras, con buenas condiciones de trabajo, y el médico colaborar en ello.
- Asimismo debe marcar objetivos y establecer una planteamiento estratégico para la organización sanitaria.
- Debe promover la comunicación efectiva y la participación efectiva.
- Debe contribuir al desarrollo de la profesión médica.
- Debe hacer un esfuerzo para comprender el punto de vista de los médicos.
- Por su parte el médico debe implicarse en la gestión en tanto en cuanto es un gestor de recursos y, debe comprender que es un gestor de dinero. El debate está en definir y precisar qué supone que el médico se implique en la gestión y cómo hacerlo.
- Debe pues concienciarse de la repercusión de sus decisiones.
- Debe informar adecuadamente a los gestores de todo aquello que pueda afectar a la gestión y a su trabajo.
- Ambos deben, insisto, fomentar una cultura de generación de confianza.
Se han realizado  multitud de es estudios sobre el médico y la gestión. Cabe destacar el Informe Griffiths  que ya en 1983 pretendía la introducción de un proceso asistencial efectivo; el informe Cogwheel de 1974, asi como el libro blanco “working for patients” de 1989, el cual analizaba la participación del médico en la gestión.

Quisiera destacar el informe de Cristian Pollitt y sus colaboradores 'the reluctants managers, clinicians and budget in the NHS' publicado en 1988 en la revista Financial Accountability& Management. Su tesis es que la dificultad de integrar a los médicos en la gestión de recursos es el escaso entusiasmo mostrado tanto por los médicos como por los gestores del NHS.
Previa a la existencia del NHS todos los médicos  sabían el precio del material y trabajaban con un presupuesto muy reducido, por lo que conocían realmente lo que significaba proporcionar la debida asistencia con unos estrechos márgenes presupuestarios. En las generaciones sucesivas se ha asociado al servicio asistencial una idea de servicio gratuito, sin pensar para nada en su propia solvencia o en la del Gobierno. Todavía hay gente que opina que no debe hablarse de miedo cuando hay vidas en juego. El problema fundamental de los servicios sanitarios es su incapacidad para dar todo a todos. La insuficiencia financiera es intrínseca a los sistemas sanitarios. Los médicos tradicionalmente han mostrado poco interés por los costes de sus decisiones y la repercusión de estas sobre los recursos. Han sido, pues, malos gestores. La profesión ha descuidado sus propias responsabilidades en este aspecto. El resultado ha sido un importante recorte que, lo mismo, ha llegado tarde.

Sin duda reflexión válida para nuestro país. Y, al igual que la reflexión del Profesor Marañón que publicamos la semana pasada, podrían haber estado escritas hoy.
Lo dejo para la reflexión de cada cual.


Antonio Burgueño Jerez
Patrono de la Fundación Pro Humanismo y Eficiencia.

domingo, 29 de julio de 2012

¿Sanidad Universal?


El cambio sustancial se produjo con la mera lectura del R.D. 63/1995, de 20 de enero, sobre ordenación de prestaciones sanitarias del Sistema Nacional de Salud, ya desde su Exposición de Motivos, donde textualmente dice:
 
“A) La universalidad del derecho a la asistencia sanitaria en todos los casos de pérdida de la salud.
 
B)...la garantía de la igualdad sustancial de toda la población en cuanto a las prestaciones sanitarias y a la inexistencia de cualquier tipo de discriminación en el acceso, administración y régimen de prestación de los servicios sanitarios.”
 
 
Desde el punto de vista jurídico, con la Ley General de Sanidad, la asistencia sanitaria deja de ser una prestación contributiva del Sistema de Seguridad Social para convertirse en un derecho de todos los ciudadanos residentes en España.
 
Los servicios sanitarios resultan imprescindibles para dar respuesta a los problemas de salud de la colectividad, pues consiguen atenuar los perjuicios de las enfermedades y permiten que se pueda recobrar la salud perdida y mejorar la calidad de vida de las personas enfermas. Pero me pregunto si realmente existe una cobertura ¿universal?
 
 Acabamos de ver como se ha disminuido la prestaciones en medicamentos para los pacientes, se han eliminado fármacos imprescindibles, afectando más a los pacientes crónicos e inmovilizados. Ejemplo de ellos están los conocidos Omeprazol, Fortasec, Almax, Voltaren, Inacid, numerosas presentaciones de Acetilcisteina y Mucosan, entre otros. Y me vuelvo a preguntar ¿Universalidad?
 
Seguimos viendo recortes dentro del sistema sanitario, ley de dependencia.
 
La Ley de la Dependencia introdujo la figura del cuidador familiar, al que el Estado incluye en la Seguridad Social y le paga las cuotas. Además, según el grado de dependencia de la persona con discapacidad al que cuida, se le asigna una prestación monetaria mensual, que puede ser en torno a los cuatrocientos euros.
 
En la actualidad, aluden que la ley de dependencia no ha creado empleo de cuidadores profesionales, sino que el dinero se lo administraba a las propias familias. Para ello, han modificado (y personalmente de una manera correcta) unos requisitos que deben de cumplirse para conseguir la ayuda prestada. Son las siguientes:
 
- Aportar documentación y reunir condiciones.
- Acreditar la convivencia con el dependiente.
- Compromiso de estar dispuesto a recibir la formación que le ofrezca la Administración.
- Acreditar un horario de trabajo compatible con el cuidado de la persona dependiente.
- Compromiso de permitir el acceso al domicilio de los servicios sociales de la Administración, para hacer el correspondiente seguimiento. 
 
Pero hay una parte donde ya han tocado el buen camino que llevaban y ha sido prolongar el tiempo de resolver casos de 6 meses a dos años. Esto conlleva a que la gran mayoría fallezca antes de tener la ayuda que realmente necesitan. Vuelvo a preguntarme ¿Universalidad?
 
 Realmente creo que en muy pocos años vamos a dejar de ser ese País donde la Sanidad era envidiada por todos los países. Tenemos la obligación de ser conscientes de nuestra situación económica y ser profesionales eficientes, conseguir los mayores beneficios al menor coste posible. Pero siempre de una forma correcta. Los modelos de gestión pública en muchas ocasiones se encuentran inmersos en agujeros negros donde se pierden mucho dinero, dinero de todos. Se debe promover un cambio en la gestión que permita utilizar los recursos necesarios para abordar la Sanidad Española de la forma más sana posible. No podemos permitir que los recortes afecten a la pérdida del estado del bienestar.
 
¿Seguimos recortando en servicios y prestaciones? O ¿nos ponemos a gestionar de una manera eficaz nuestro valioso sistema sanitario?
 
Bibliografía
  • El derecho a la asistencia sanitaria en España dentro de territorio nacional: regulación, sistema de financiación y administraciones competentes [Internet] España. M. ª Pilar González de las Heras 2004. [Consultado el 17 de julio de 2012] Disponible en:

Pedro José Soriano Martin Enfermero de Atención continuada en departamento Vinalopó Salud.